El rey Gaspar robado en el centro de Valencia aparece sano y salvo

Desapareció en Año Nuevo y reaparece en el día de Reyes. Su Majestad el rey Gaspar, o mejor dicho, la figura del mismo que había sido robada en la madrugada del 1 de enero tras las campanadas ha vuelto a su casa sana y salva. Bueno, con «unos rotitos en la corona» casi inapreciables, pero lo importante es que ya está con sus dueños. En la farmacia de la calle Ribera, de donde nunca debió haberse marchado.

Y es que en un descuido, la figura se quedó fuera del local a la intemperie tras el cierre del mismo, y tras varias horas en las que decenas de personas se hicieron fotos con él, un hombre que fue captado por las cámaras de seguridad, cogió la figura como si de un saco de patatas se tratase y se la llevó Dios sabe dónde, posiblemente cargada en un vehículo. Tras el viral vídeo en el que se mostraban las imágenes del hurto y en el que se pedía que lo devolviesen, la figura del rey Gaspar reaparece cinco días después. En el propio vídeo difundido en el que se pedía a la ciudadanía que lo devolviesen, sus dueños —la Asociación de Comerciantes del Centro Histórico y el Ensanche— afirmaban que de ser así, no pondrían denuncia por el robo. Y así será, como han confirmado a LAS PROVINCIAS. Cumplirán su palabra.

Su aparición, según cuentan, fue tal que así: Un hombre que caminaba por Tres Forques —sí, la figura se pegó un buen viaje desde el centro hasta allí— se encontró un llamativo objeto por su gran tamaño cerca de unos contenedores cubierto por bolsas de basura. Al abrirlo, reconoció la figura y supo que se trataba del famoso ninot que se estaba buscando. Tras cargar con él, lo entregó en el restaurante Risotto en la calle Ribera, que se encuentra junto a la farmacia de donde fue sustraído inicialmente ya que esta estaba cerrada. Los camareros del turno de la mañana lo llevaron a su lugar de origen al día siguiente para el delirio de los propietarios. Un final feliz para una historia rocambolesca.

Y es que la dichosa figura forma parte de una de las cuatro que tiene en su poder la Asociación de Comerciantes del Centro Histórico y el Ensanche, dos 'Gaspares' y dos 'Baltasares' elaborados por el taller fallero LUNA, que cuestan unos 1.500 euros cada uno. «Por eso no tenemos 'Melchores': los vamos haciendo poco a poco», contaba Julia Martínez, su gerente. Los ninots tienen una ranura en la caja que portan para introducir las cartas con los regalos deseados por los más pequeños y rotan entre los comercios asociados pasando dos o tres días en cada emplazamiento.

«Estamos súper contentos, me dicen que Vicente, el farmacéutico que estaba de guardia y que se lo dejó fuera estaba fatal y ahora está súper contento. Decía que lo pagaba él pero mira, no hará falta. Al final ellos tienen una responsabilidad de cuidarlo y teníamos que debatir si se lo cobrábamos o no», afirma Martínez.

A Gaspar le tocará pasar ahora por chapa y pintura para arreglar sus heridas para estar listo el año que viene. «Ahora lo guardaremos en un almacén. De hecho ya tengo la lista de espera de negocios que me lo piden para el año que viene. Pero lo que está claro es que tenemos que hacer a los 'Melchores' ya», bromea Julia.

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