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El pleno ha aprobado esta mañana el Presupuesto municipal de 2019, que asciende a 848 millones de euros, con unas inversiones de 93 millones. El debate ha estado salpicado por las continuas críticas del Partido Popular y Ciudadanos a la baja gestión de las obras y las dotaciones públicas por parte del gobierno municipal, así como el aumento del gasto en personal. Al final se han impuesto los 17 votos del tripartito.
El portavoz de Ciudadanos, Fernando Giner, lo ha resumido diciendo que al gobierno tripartito «le falta gestión y le sobra ideología» al señalar que las cuentas podrían rebajarse al eliminar «diez millones de gastos superfluos».
Por parte del grupo popular, Eusebio Monzó, ha destacado que el gobierno municipal «habla de transparencia cuando se ha gastado este mandato 66 millones en contratos menores», para insistir en el aumento en 54 millones del gastoo en el capítulo de personal y en la baja inversión.
El alcalde Joan Ribó ha defendido sobre la petición de una bajada de impuestos que «bajarlos es una política egoísta de los que tienen mucho, lo que hay que hacer es una política redistributiva», añadiendo críticas a Ciudadanos por no apoyar la reforma del Estatuto de Autonomía, que debía incluir una mayor financiación para la Comunitat por parte del Estado.
El concejal de Hacienda, Ramón Vilar, ha asegurado por su parte que las alegaciones del PP supondrían un desfase en las cuentas de 50 millones de euros, por lo que las han considerado «irrealizables», al igual que las 207 enmiendas presentadas por Ciudadanos.
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