De denostar hasta la saciedad el término «grandes proyectos» a subirse a la ola de este tipo de iniciativas para la ciudad en la recta final del mandato. Eso es lo que ha ocurrido con el alcalde Joan Ribó, que presentó la pasada semana una propuesta para transformar por completo el nuevo cauce y ha pronunciado una conferencia en la sede de la ONU en Nueva York, al hilo de la designación de Valencia como sede del Centro Mundial de Alimentación Sostenible.
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Son sólo dos ejemplos de una tendencia iniciada hace tiempo y donde el denominador común es la abundancia de imágenes con casco de obra, comitivas que recorren parques e interpretaciones muy libres del Código del Buen Gobierno firmado por Compromís en 2015, que limita y mucho este tipo de actos por ser considerados demasiado electoralistas y de otra época.
La conferencia en la ONU estuvo precedida de una intensa agenda de entrevistas y reuniones: con el embajador de España en la ONU, con altos cargos de la FAO. El Centro de la Alimentación Sostenible está en mantillas, con los estatutos recién aprobados, aunque este mandato dará tiempo a formar una estructura y realizar con seguridad varias actividades.
La sede elegida ha sido la antigua base del Alinghi, equipo suizo que trajo la Copa América de vela a Valencia y que revalidó el título en 2007. El inmueble diseñado por el arquitecto José María Tomás ha sido reutilizado (y rebautizado) con el nombre de La Base, para que sirva como local de exposiciones temporales, talleres y ahora la sede de la entidad dependiente de la ONU.
Menos amarrada está la propuesta para transformar el nuevo cauce, en lo que puede denominarse el 'gran proyecto definitivo' si hubiera un ranking de este tipo de ideas surgidas en Valencia las últimas décadas. Está todo por negociar y concretar, aunque la propuesta es más que ambiciosa al implicar a los ayuntamientos cuyos términos municipales se ven afectados por el trazado, así como a la Generalitat, la Diputación y el Gobierno. No falta nadie, aunque de momento sólo se cuenta con un estudio de viabilidad.
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Nuevo cauce. Estudio de viabilidad: La propuesta del alcalde carece de autorización de la Confederación del Júcar o financiación. Tampoco hay plazos para las obras en el Plan Sur.
Parque de Nazaret. Jardín provisional: Los 196.000 metros cuadrados que incluyen la ciudad deportiva del Levante U.D. no tienen plazos y ahora se hará una zona verde.
Parque Central. Canal de acceso: El primer edil ha visitado varias veces la primera fase del jardín, pero la convocatoria de elecciones generales puede retrasar las obrasal ferroviarias.
Plan de la Marina. La deuda pendiente: Uno de los logros de la recta final del mandato, el concurso de amarres, un varadero e incluso un hotel de 30 plantas, sigue en tramitación.
Plan del Cabanyal. Nivel de ejecución bajo: El principal reto del gobierno municipal es lograr que en los tres meses que quedan para votar se vean más obras activas en el barrio.
Centro Alimentación. Conferencia en la ONU: El último gran proyecto que verá la luz este mandato, con la sede en la antigua base del Alinghi, en la Marina. El alcalde ha dado un discurso sobre el tema en Nueva York.
El dossier entregado a la prensa habla de un proyecto dividido en tres partes, como son la parte hidráulica que garantice la viabilidad del cauce en caso de grandes avenidas de agua, así como otra ambiental enfocada a un canal y pequeños lagos dedicados a la introducción de fauna hasta el río Turia.
Más complicado parece el uso social, al menos con los apuntados en el dossier. Instalaciones deportivas, zonas de recreo, carriles bici, huertos urbanos... La Confederación del Júcar ya ha dicho que, a falta de conocer la propuesta, ve difícil encajar esto en la Ley de Aguas. De momento, esta idea no pasa de ser el encargo de un estudio de viabilidad, aunque será uno de los argumentos principales con seguridad del programa electoral de Compromís en la parte ambiental.
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Algo más adelantado, pero no mucho, está el gran proyecto para transformar 196.000 metros cuadrados de suelo portuario en parte del barrio de Nazaret. Martillo en mano y protegido por un casco, el alcalde ayudó a derribar a mediados de enero parte del muro que separa las calles de esta parte del Marítimo de los terrenos del puerto. Igual que en el caso anterior, todas las obras están por desarrollar, aunque poco después del acto protocolario, el Consistorio sacó a concurso el ajardinamiento provisional de una parte, con una inversión de apenas 87.000 euros. Lo suficiente para poder recorrer en una visita la zona verde antes de las elecciones.
La transformación de la desembocadura del viejo cauce, hasta recuperando la playa, ha sido uno de los grandes proyectos más codiciados por Ribó, con el propósito de completar el convenio firmado por el Ayuntamiento y el Puerto en los años 80 y, de paso, compensar la decisión de no recuperar para terrenos de huerta la Zona de Actividades Logísticas. Pero la lentitud en las negociaciones con el Levante U.D., sobre todo por el pago del canon, así como la necesidad de trasladar un vial portuario han retrasado el acuerdo entre las administraciones.
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Donde sí ha podido aprovechar el alcalde el tirón de un gran proyecto ha sido en el Parque Central. Visita con el ministro de Fomento, José Luis Ábalos, coincidiendo con la apertura al público (horas después, por lo del Código Ético), recorrido con la autora del diseño hace unos días, Kathryn Gustafson, para contemplar hasta el más mínimo detalle de la primera fase, a la que le falta lógicamente que los árboles y setos aumenten la mancha verde. Antes del 26 de mayo dará tiempo con seguridad a realizar algún recorrido por una de las naves ferroviarias que se destinarán a equipamientos públicos. En alguno de estos recintos ya ha comenzado la intervención, que pretende ofrecer al cercano barrio de Ruzafa dotaciones pendientes desde hace años.
Otro asunto será la siguiente pata del gran proyecto, como es la rúbrica sobre las obras pendientes. El canal de acceso, la estación Central y el eje pasante corren peligro de quedar paralizadas igual que ocurrió hace años por la crisis económica, cuando Rita Barberá y Ana Pastor pactaron dejar aparcadas estas iniciativas necesarias para completar el gran pulmón verde del centro. El rechazo de los Presupuestos del Estado obliga al Consistorio a negociar con el nuevo gobierno que saldrá de las urnas el 28 de abril, a no ser que el ministro José Luis Ábalos dé prioridad a la firma del documento. Igual ocurre con el Plan de la Marina, donde la participación del Ejecutivo central es esencial, al cumplir el pacto de que asuma la enorme deuda.
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