El 35,1% es un porcentaje que pesa en los pies del gobierno municipal como si fueran zapatos de cemento. Esa es la cifra de las inversiones ejecutadas hasta el pasado 30 de noviembre, el peor balance de todo el mandato y que anticipa un final de ejercicio discreto para ser año preelectoral. De cara a la recta final, los retos para el tripartito formado por Compromís, PSPVy València en Comú son numerosos y variados, aunque podrían resumirse en intentar desbloquear decenas de proyectos atascados por largos trámites y, en otras ocasiones, las discrepancias cada vez más abiertas entre los socios que sustentan al alcalde Ribó.
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Los ejemplos más recientes de esto último se centran en el desarrollo de tres barrios, lo que refleja la importancia extrema de las diferencias de opinión. El nuevo sector del Grao, la construcción de 1.345 viviendas en Benimaclet o todo lo que acontece en el Marítimo, desde el futuro de Bloque Portuarios en el Cabanyal hasta el hotel previsto en la cercana Marina, deben pasarse por el tamiz electoral. Los diferentes partidos han tomado posiciones, algunas contradictorias con lo que opinaban hace unos meses, basadas en la búsqueda del voto.
Son cuestiones a resolver en 2019, retos casi imposibles de salvar, aunque hay otros igual de importantes como el obligado rejuvenicimiento de la plantilla de la Policía Local o la extinción de incendios surgidos alrededor de todo lo que decida el concejal de Movilidad, Giuseppe Grezzi.
Primero fue el rechazo frontal a la ampliación de la V-21, para después seguir con la misma estrategia con la V-30, la nueva terminal de cruceros del puerto o, más recientemente, las críticas de la jefa de filas de Compromís, a la construcción de una nueva calzada en el by-pass. El gobierno municipal, en concreto el alcalde Ribó, seguirá este año con esa política contestada por los sectores económicos como fallida, como destacó hace poco el presidente de AVE, Vicente Boluda.
Los dos grupos de la oposición, Partido Popular y Ciudadanos, son conscientes de estas debilidades y las sacan a relucir en cada pleno. Es tan habitual las peticiones de reprobaciones al edil citado que en la última sesión el concejal del PP Alberto Mendoza pidió a la formación naranja que las dosificara.
Pero ese es el ambiente que habrá los próximos seis meses en el Ayuntamiento, donde el gobierno municipal ha querido adelantar obras al máximo con un préstamo de 18 millones de euros, gracias a la salida del Plan de Ajuste, dedicado fundamentalmente a intervenciones en los barrios y el Plan Edusi del Cabanyal, esto último una de las grandes apuestas electorales.
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Hasta el próximo 26 de mayo, esa será la tónica habitual en el Consistorio, donde pese a que no se realizan inauguraciones por el código interno de Compromís, sí que las habrá en la práctica como ha sucedido con la primera fase del Parque Central, con varias visitas al jardín y las naves ferroviarias.
La puesta en servicio de la zona verde irá seguida de un consejo de la sociedad Parque Central el próximo enero, donde deben concretarse los compromisos presupuestarios de las actuaciones pendientes, que ascienden a 3.100 millones de euros, según la cifra que maneja el ministro de Fomento, José Luis Ábalos. La mayoría de los vecinos que acudieron el primer día contestaban siempre con el deseo de no esperar otros 40 años para ver más verde.
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31 Demasiado tiempo para una licencia
32 Policía Local envejecida y sin personal
33 El tráfico, sin consenso y con críticas: Tan lejos como este fin de semana se han producido las últimas quejas del año (de momento) por la falta de consenso mostrada por el gobierno municipal, en concreto el concejal de Movilidad, Giuseppe Grezzi, hacia los comerciantes del centro histórico y el Mercado Central, a la hora de ordenar el cierre al tráfico de la plaza del Ayuntamiento y su entorno. Es un ejemplo más de las complicaciones que esperan en 2019 al tripartito, donde la aprobación de la ordenanza de Movilidad y la regulación de patinetes y bicicletas será un reto añadido para el Consistorio.
34 El turismo empieza a ser un problema
35 Ciutat Vella, los vecinos anónimos
36 La saturación del refugio de animales
37 Limpieza, las quejas que no cesan
38 El ocio se rebela contra el Consistorio
39 La Marina será la nueva frontera: El acuerdo del último consejo rector del Consorcio Valencia 2007, la entidad gestora de la Marina, quita la espada de Damocles de la cabeza de sus gestores tras el pacto político del reparto de la enorme deuda, que supera los 454 millones de euros. Aún así, todo depende de la aprobación de los Presupuestos del Estado. Mientras, las empresas quieren posicionarse en la dársena, convertida en la nueva frontera de Valencia.
40 El Cabanyal, el reflejo de los barrios
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