Ribó expulsa también de la Cabalgata de Reyes de Valencia a los comerciantes del centro

Los comerciantes participan desde hace años en la cabalgata. Lo hacen con el tren que sufraga la entidad, cuyo funcionamiento empieza, ahora, tras varios ejercicios, a no costarles dinero gracias a la aportación de distintos patrocinadores, todos asociados de la propia entidad. Sin embargo, en 2019 y 2020 el Ayuntamiento empezó a trasladarles que deberían tapar los anuncios de estos negocios. La entidad consiguió sacar el tren sin tapar los anuncios. Cabe recordar, en este sentido, que la entidad pagaba en torno a 1.500 euros, más o menos, cada año. Cuando tras la pandemia se recuperó la cabalgata, que se celebró por primera vez en 2022 en la plaza de toros para evitar aglomeraciones, no pudieron salir. «Nos dijeron que era un formato más reducido», cuenta Martínez.

Este año, directamente, han optado por no presentarse. «Salir nos cuesta bastante dinero, son muchas horas de trabajo: organizar, coordinar a la gente, los trajes, comprar caramelos...», cuenta Martínez. ¿Quiere eso decir que los caramelos no los facilita el Ayuntamiento? Parece que no: de las 10 toneladas que se lanzaron en 2019, el Ayuntamiento aportó 2,7. Se desconoce qué hará el Consistorio este año, porque pese a las peticiones de este diario, desde la concejalía de Cultura Festiva no facilitaron el presupuesto. Y eso que el delegado, Carlos Galiana, dijo a primera hora que la Cabalgata mantendría su grandiosidad gracias a la aportación del Ayuntamiento. El malestar entre los comerciantes es patente, pero soterrado: «Debemos estar presentes porque los regalos forman parte de la Navidad. Implicamos a la sociedad para que cada año salgan personas distintas y vivan la fiesta desde dentro. Si eso no lo valoran y ponen pegas... pues que se paguen la fiesta ellos».

En torno a una decena de empresas dejarán de salir en la cabalgata que, por tanto, dejará de ingresar en torno a 1.500 euros, más o menos, por cada carroza que salía. En 2017, cuando se empezó a cobrar a las firmas, el entonces concejal de Cultura Festiva, Pere Fuset, anunció que ese dinero se dedicaría a pagar los grupos de animación de la nueva Cabalgata, remozada tras la llegada de Compromís, con un espectáculo musical en la plaza del Ayuntamiento y nuevos personajes. El Consistorio garantizó ayer que se mantendrá toda la animación y los participantes, pero sin dar más detalles. «Los protagonistas son los niños, no las empresas», insistió este jueves el mismo Galiana.

El portavoz de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Valencia, Fernando Giner, ha indicado que le preocupa el veto «por el carácter de ideologización que encierra», y ha lamentado que la única justificación de Ribó sea decir que no quiere un desfile de publicidad comercial. «Muchas de esas empresas privadas llevan décadas en nuestra ciudad, y han dado trabajo a muchísimas familias valencianas durante todos estos años. ¿Qué problema tiene el alcalde con ellas? Es un veto simplemente porque son empresas privadas», ha considerado.

Por su parte, Giner ha recordado que las empresas no serán las únicas afectadas por la decisión: «Esta es una medida inoportuna y dañina con un sector que de por sí ya está siendo muy castigado, como es el de los maestros carroceros», ha indicado el portavoz de Cs.