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El alcalde Joan Ribó, en una sesión plenaria. damián torres
Ribó encara el final de año con poco más de un tercio de obras acabadas

Ribó encara el final de año con poco más de un tercio de obras acabadas

El Consistorio alcanza el 35% de inversiones terminadas y encara este mes con el reto de no cerrar el peor ejercicio del mandato

PACO MORENO

VALENCIA.

Lunes, 10 de diciembre 2018, 20:47

El Ayuntamiento dio a conocer la pasada semana el estado de ejecución del presupuesto, la fotografía de cómo van las cuentas municipales a 30 de noviembre. Y la imagen sale más que borrosa, dado que a falta de un mes para acabar el año, las inversiones acabadas alcanzan el 35,1%, la peor cifra de este mandato. De los 165,84 millones de euros reservados para obras y equipamientos públicos, tan sólo se han terminado por valor de 58,32 millones.

De nada ha servido el año preelectoral, cuando hay que echar el resto en todas las delegaciones. Tampoco que se ampliara el cierre del ejercicio para permitir a las concejalías agotar casi todo el año para sacar a concurso nuevos proyectos. La segunda cifra, los 58,32 millones, supone un varapalo en toda regla si se tiene en cuenta además que el 30 de noviembre del pasado año se llegó a 59 millones o que un ejercicio antes, la ejecución había alcanzado los 67,9 millones.

Ese 52,9% sigue siendo el récord del gobierno municipal en este periodo. Este año, de octubre a noviembre se ha aumentado en cuatro puntos, con lo que tendría que ocurrir un cambio completo de estrategia en las concejalías para alcanzar la mitad de las inversiones. De momento, las delegaciones tienen comprometidos 95,21 millones y tendrían que gestionar 30 millones en cuatro semanas para alcanzar ese porcentaje mínimo con el que presentarse las próximas elecciones.

Para alcanzar el nivel del año pasado, las concejalías deberían gestionar 20 millones en cuatro semanas

El pasado año se alcanzó la cifra de 79 millones de euros gastados en obras, lo que ahora está por ver si se mejorará. Algunas de las partidas más llamativas son por ejemplo todas las relativas al barrio del Cabanyal, donde página tras página, el documento señala las carencias de unas inversiones fuertemente demandadas por los vecinos. Al igual que ha ocurrido en meses anteriores, la aportación municipal al Plan Edusi de fondos europeos brilla por su ausencia, pese a la contratación de sendas contratas para mejorar la gestión entre las concejalías y con las instituciones europeas.

El portavoz del grupo popular, Eusebio Monzó, reprochó al alcalde Joan Ribó que presuma de «elaborar los presupuestos más altos de la historia para luego mostrar el porcentaje de inversiones más bajo». Criticó la política «llevada a cabo por el tripartito, ya que habiendo incrementado el capítulo 1, destinado a personal, en más de 40 millones de euros en el periodo 2015-2018, no se entiende que el grado de ejecución de inversiones haya caído en más de cuatro puntos».

Monzó reprochó que, en prácticamente un año, «partidas como las destinadas a la construcción de instalaciones deportivas o a jardines, que nosotros consideramos esenciales para mantener la calidad de vida de los vecinos, muestren estados de ejecución de tan sólo un 5,5% o 25% respectivamente».

Por no hablar, señaló Monzó, de algunos proyectos como «la rehabilitación de la Aceitera en Marxalenes, la urbanización del entorno de Tabacalera, o la construcción de un Centro para Jóvenes en el Cabanyal, que llevan año tras año sin realizarse y sin olvidar que partidas con cargo al Edusi, para rehabilitar edificios en el Cabanyal siguen a cero». El portavoz popular afirmado que «con estos nefastos porcentajes Ribó no debería presumir de buena gestión».

Otras partidas del capítulo de inversiones paralizadas a la espera de un empujón en la Mesa de Contratación y la junta de gobierno son por ejemplo la renovación del alumbrado público, donde la causa ha sido el retraso de la tramitación de las ayudas en el Gobierno. Sea como sea, el documento indica que de los 6,39 millones de euros asignados, las empresas han presentado facturas ya reconocidas por valor de 1,64 millones. El proceso pasa por la sustitución de las bombillas más contaminantes por otras de tecnología led, que contaminan menos y ofrecen unos registros menores de consumo en el recibo.

La retahíla de obras pendientes en el Cabanyal aparece prácticamente en cada página del documento. Por ejemplo, el gobierno municipal había dispuesto este año un total de 2,43 millones de euros para la rehabilitación de edificios, de los que no se ha gastado nada. Peor incluso, las concejalías implicadas sólo han pedido crédito por valor de 127.283 euros para iniciar los proyectos.

Otro tipo de inversiones sí que han conseguido un nivel de ejecución más que aceptable. El Consistorio aprobó una partida de 252.762 euros para equipamientos en museos, de los que se han gastado 215.856 euros, prácticamente todo.

Ocurre igual con las expropiaciones, donde los 20 millones de euros para zonas verdes están prácticamente gastados, al alcanzar la cifra de 17,22 millones. Es un caso idéntico a la adquisición de solares destinados a colegios, con seis millones ya pagados de los 7,4 millones previstos para este año. Otras también están ejecutadas por completo, como el inmueble de la plaza Tavernes de Valldigna donde el Consistorio quiere trasladar la Hemeroteca Municipal, ahora en la plaza de Maguncia y cuyo proyecto no se ha iniciado todavía pese a que se arrastra desde el principio del mandato. Eso sí, con críticas de la oposición por no disponer una propiedad municipal.

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