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El alcalde de Valencia, Joan Ribó, acaba de ofrecer Valencia como ciudad de acogida par las 12 personas rescatadas en el barco pesquero de Santa Pola. «Nuestro deber ético y humano con las personas que arriesgan sus vidas huyendo del terror, la guerra o la miseria o no terminó con el Aquarius«, ha dicho el primer edil en una red social, en respuesta a un mensaje de la vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, en la que deseaba que el Gobierno «esté a la altura de un pueblo que no abandone a nadie» y que autorice el retorno a puerto del pesquero, que rescató a 12 personas el pasado jueves mientras flotaban a la deriva a unas 80 millas náuticas al norte de Libia, en la zona del Canal de Sicilia.
Las personas rescatadas eran perseguidas por una patrullera de Libia, que consiguió llevarse a varias. El resto se tiró al mar, donde flotaban cuando fueron rescatados por el barco alicantino. El pesquero espera poder atracar hoy, mientras el Gobierno decide dónde puede acercarse la embarcación alicantina. El armador de la nave, José Durá, explica que a bordo van las 12 personas migrantes y los 13 miembros de la tripulación, y advierte de que los víveres «se van acabando», de ahí que confía en que la situación se solucione a lo largo del día de hoy.
Los rescatados son de Senegal, Mali y Libia. Un médico de la ONG Open Arms, que tenía un barco por la zona, subió a bordo del pesquero el sábado y confirmó que las personas migrantes están en buenas condiciones, aunque la situación podría agravarse en próximas horas, tal como alerta el armador de la embarcación, si no se soluciona. «No me gustaría tener que devolverlos a Libia, pero no es decisión mía», ha indicado.
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