Ribó se propone bajar las terrazas de los bares a la calzada

Los hosteleros necesitan más espacio para las terrazas por la llamada distancia social y la Federación de Vecinos quiere las aceras despejadas para los peatones. La combinación de factores ha motivado que el Ayuntamiento plantee bajar a la calzada las más de 3.500 zonas reservadas de meses y sillas siempre que sea posible y haya acuerdo a tres bandas.

La medida fue anunciada ayer por el alcalde Joan Ribó después del comité de seguimiento de la crisis, al indicar que en las zonas peatonales está descartada la ampliación pedida por los empresarios. Como se sabe, el aforo en las terrazas será la mitad de lo que tienen autorizados debido a la crisis sanitaria.

La iniciativa difundida por el primer edil necesita un cambio de ordenanza, precisaron después fuentes cercanas a la concejalía de Dominio de Espacio Público, Lucía Beamud, quien se reunirá hoy con representantes de los hosteleros y el movimiento vecinal para tratar la cuestión.

El único antecedente de algo parecido en Valencia se sitúa en las pedanías, donde sí está permitido colocar mesas y sillas en la calzada. Igual se hizo en la avenida María Cristina con motivo de la peatonalización del entorno de la Lonja y ahora se hará con las situadas en la plaza del Ayuntamiento. Eso sí, las mismas fuentes matizaron eso es viable debido a que la categoría del espacio público es peatonal.

Déficit de aparcamientos

En este caso, se trataría de suprimir plazas de estacionamiento o trasladar islas de contenedores de basura, dado que las mesas y sillas se situarán pegadas al establecimiento aunque «abajo» de la acera. «Todo se hará con consenso»«, precisaron. El principal inconveniente es la eliminación de plazas de estacionamiento, dado que en algunos barrios hay un gran déficit de aparcamientos públicos y privados.

El alcalde Ribó se mostró optimista de alcanzar un acuerdo con uno de los sectores más castigados por la crisis. Confirmó que los hosteleros no pagarán la tasa de mesas y sillas el resto del año (ya lleva suspendida dos meses), con lo que el Consistorio dejará de ingresar unos tres millones de euros.

Fuentes de la Federación de Hostelería señalaron el acierto de suspender la tasa, un «gesto hacia las empresas del sector que supone una ayuda es estos difíciles momentos que se están atravesando. Además, desde la Federación de Hostelería consideramos que esta decisión contribuye a que otros Ayuntamientos se sumen a esta medida lo que permitirá ayudar a muchos».

Sobre el encuentro de hoy con Beamud, desde la entidad se ofrecieron a trabajar de forma conjunta en la revisión de las zonas, la utilización de la calzada para ampliar terrazas y agilizar la toma de decisiones, para insistir en las «medidas solicitadas al Ayuntamiento, dirigidas a revitalizar y poner en valor las terrazas de los establecimientos de hostelería».

«Desde la Federación seguimos convencidos de la necesidad de potenciar en estos momentos las terrazas para favorecer la viabilidad de muchos establecimientos hosteleros de la ciudad», finalizaron.

Por otro lado, la plataforma SOS PYMES Coronavirus Hostelería Barrios de Valencia subrayó el compromiso del Consistorio de agilizar la concesión de licencias de terrazas y la posible ampliación y la bajada de la acera a la calzada para dejar amplitud en el espacio público.

Para el colectivo este primer paso dado por el Ayuntamiento es clave para seguir avanzando y «sumarnos al proceso de diálogo, ya que la supervivencia de »nuestros locales está en juego, y con ella miles de puestos de trabajo directos e indirectos que genera el sector en la ciudad«.