Ribó recorta el control de la oposición al limitar las preguntas

Los ocho concejales del grupo popular se llevaron en el último pleno una desagradable sorpresa al leer el contenido de las respuestas a las preguntas habituales que hacen al gobierno municipal, una manera más de fiscalización de las delegaciones. En algunas ocasiones no se respondió al alegar que se había sobrepasado el límite.

El hecho fue considerado tan inaudito que la portavoz del PP en el Consistorio, María José Catalá, ha elevado una petición al Síndic de Greuges para que el gobierno municipal "rectifique la decisión de limitar el número de preguntas que los miembros de la Corporación podemos formular en el pleno del Ayuntamiento, en el ejercicio del derecho fundamental a ejercer el cargo para el que hemos sido elegidos".

En las respuestas del pasado pleno se indica que se ha sobrepasado el límite con el argumento de que "el acuerdo de la junta de portavoces celebrado en julio de 2019, en virtud de lo que establece el artículo 131.2 del reglamento del pleno fijó el límite de cinco preguntas por concejal y cinco adicionales por grupo".

La cuestión es que desde entonces se había considerado que una pregunta era una iniciativa, es decir, un documento que perfectamente dentro podía tener una decena de interrogantes. Ahora se cuentan estos últimos, por lo que lo normal es llegar al límite de 45 en el caso del PP con apenas algunas presentadas.

Por esa razón, Catalá pide al Síndic de Greuges que en "ningún caso pueda el gobierno del Ayuntamiento de Valencia considerar, interpretar o aplicar que esa limitación ha de restringirse todavía más, contestando sólo a una cuestión por iniciativa".

Argumenta para ello que el artículo 133 del reglamento señala expresamente que cada pregunta puede contener varias "cuestiones planteadas", y sólo indica que se "procure" (lo que, por tanto, tampoco sería obligación imperativa) que, "en la medida de lo posible"... "la cuestión o cuestiones planteadas afecten a una misma atribución competencial" (no exige, siquiera, en consecuencia, que se refieran a un sólo asunto o tema)".

El Síndic sólo puede emitir una recomendación, por lo que es poco probable que Compromís y el PSPV cambien de opinión. El mismo criterio debe haberse seguido con las preguntas formuladas por Cs y VOX, en un sistema de fiscalización que ya se había desvirtuado los últimos años al eludir las concejalías respuestas concretas, decir que se estaba estudiando el tema, que la oposición se enteraría al mismo tiempo que la ciudadanía o, sencillamente, escribiendo una soflama política en contra de la gestión pasada del PP, especialmente en el anterior mandato. Por lo normal, todas las preguntas se refieren a proyectos e inversiones.