«La Cabalgata de Reyes es algo muy importante para los niños y lo que no queremos es convertirla, que ya se estaba convirtiendo mucho, en una caravana de empresas, de publicidad y tal». Esa es la razón que ha esgrimido el alcalde Ribó para prohibir la participación de compañías privadas con logos comerciales en el desfile del 5 de enero.
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Como ha publicado LAS PROVINCIAS, las bases aprobadas este año para la participación en la Cabalgata hablan de «entidades ciudadanas o personas jurídicas que tengan la condición de asociaciones cívicas, culturales o festivas, clubes deportivos (con independencia de su naturaleza jurídica), organizaciones humanitarias o instituciones».
Se excluyen todas las demás, con lo que las empresas se quedan fuera. «No lo he puesto yo, ha sido Cultura Festiva, me parece muy razonable que sea desde el Ayuntamiento, desde las ONG, desde las entidades sin ánimo de lucro. Eso quiere decir que será una cabalgata muy chula, pero lo que no queremos es que sea ni de A, ni de B ni de C, no digo ningún nombre, pero la propaganda se hace en otros lugares».
Las bases ya contemplaron para el desfile de las pasadas navidades el mismo veto, aunque por la situación de la pandemia la Cabalgata se celebró en la plaza de Toros a instancias de la Conselleria de Sanidad con un aforo controlado. Así se convirtió en un espectáculo estático sin desfile. Por lo tanto, este es el primer año en que se aplicará algo de lo que los últimos años «ya se estaba trabajando en ello», ha dicho el primer edil.
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