Los robos y los okupas vuelven a asediar la Punta

A finales de febrero los vecinos ya denunciaron el allanamiento de varias alquerías, pero han pasado Fallas y los asaltos continúan en puntos como la entrada de Colero y junto a las casas de realojo de la ZAL (Zona de Actividad Logística).

La situación es tan desesperante, que incluso algunos residentes confirman que constantemente entran en sus casas. «A mí ya me han entrado cuatro veces en pocos años. La penúltima vez fue a finales de febrero, y la última, la semana pasada», indica Voro Ramos.

En esta ocasión le han robado la televisión nueva que había adquirido para reponer la que ya le habían sustraído y también mobiliario. De hecho, como ya se ha visto varias veces afectado no ha tenido más remedio que instalarse una alarma. «Resulta que vienen a cualquier hora del día a robar y tenemos que estar pendientes y dando vueltas para cuidar nuestras propiedades y al final me he tenido que gastar dinero para proteger mi casa», comenta el vecino.

Para colmo, este mismo miércoles Voro Ramos ha vuelto a sufrir un intento de robo. «Como ya tenemos la alarma conectada, sonó de inmediato y mi hijo aún llegó a la casa y vio de lejos a un hombre que iba en bici y que estaba forzando la puerta, aunque se dio a la fuga. Vino la Policía y nos han dicho que estarán pendientes». Lo que lamenta es que «cada vez que nos entran o nos destrozan las cerraduras, nos toca perder el tiempo e ir a poner denuncias y es desesperante».

Además, describe que precisamente la pasada semana, «cuando volví por la casa para dar una miradita, resulta que en la alquería que hay justo al lado de la mía habían tirado el tabique de la pared trasera de la casa y se ve que ya estaban limpiando y quitando escombros para okuparla», comenta Ramos.

Su rápida reacción, llamando a la Policía Nacional para que acudiera a la zona, evitó que la gente que estaba preparando la okupación ilegal pudiera asentarse. «De inmediato los propietarios de la casa buscaron un albañil y han vuelto a levantar un tapiado, pero no podemos estar así, con esa incertidumbre todos los días», añade.

La cuestión es tan cambiante cada día que no han pasado ni cuatro días y los vándalos han vuelto a tirar esta misma semana el muro que habían levantado los dueños en esta propiedad. «No tienen tregua. tenemos que estar constantemente controlando nuestras propiedades», confiesan los vecinos.

También detalla que a unos primos suyos «también les entraron hace unos meses y se llevaron herramienta de campo, muebles, lámparas y hasta el calentador del gas y está todo denunciado». De hecho, incluso hay casas donde han decidido colgar el letrero en la puerta y ventanas donde se puede leer el mensaje: 'Esta casa tiene dueño'.

Ya cansado de la situación explica que «entre los ladrones de casas y los que se adentran en estos caminos con los coches y con prostitutas estamos listos».

El presidente de la entidad de vecinos de La Unió de la Punta, Vicent Romeu, asegura que los vecinos «están cansados del abandono de la pedanía. Vigilan para ver cuándo no hay nadie dentro para entrar a robar, doblan las rejas y no hay policía patrullando por la zona». «Si les llamas vienen, pero no patrullan», añade Ramos.

Otra vecina, Mari Tere, que reside en las viviendas de realojo de la Zona de Actividad Logística (ZAL) en la Punta, comenta que hace «tres o cuatro meses rompieron las rejas de una casa y el dueño estaba dentro, gritó y los ladrones se fueron, pero están vigilando la zona». Y añade que a otra vecina «le entraron hace unos siete meses y se llevaron un periquito y un canario que tenía la mujer». También lamentan el abandono de los dos jardines que hay en la zona, «donde se reúne gente para hacer botellón».

Otra residente, Marisa Chornet, añade que están «constantemente dando vueltas para ver si pueden okupar casas » y, además, «la rotura de cristales de coche para llevarse lo que encuentren dentro, principalmente herramientas, es constante y no vemos por aquí a la Policía».

No sólo roban en casas y coches, «por robar nos roban está las cosechas. Se esperan a que la producción está ya buena y vienen y se llevan lo que tengas plantado. Ahora tendremos la producción de cebollas y alcachofas y seguro que en breve vienen a quitárnosla. No hay quien resista esto», confiesan los afectados.

Además, el presidente de la entidad vecinal, Vicent Romeu, añade que «por si era poco, resulta que a partir del 7 de abril nos quitan la línea 15 del autobús que nos conecta con Pinedo y el centro». Asegura que las opciones que nos da Grezzi es «o coger la línea 23 que pasará por aquí y luego tienes que hacer transbordo para coger en Castellar la línea 14 e ir al centro y esto supone estar un hora por ahí dando vueltas para ir al centro y los vecinos de la zona de la iglesia que quieran ir al médico, sabiendo que vive mucha gente mayor, a ver cómo la hacen, porque no pueden andar dos o tres kilómetros y subir la pasarela que salva las vías del tren».

Romeu afirma que la otra alternativa «será coger la línea 95, pero para eso tienes que recorrer el 1,5 kilómetros de toda la calle Jesús Morante y Borrás, que te puede costar media hora, e ir a buscar el 95 o coger el tranvía. Cada vez nos aíslan más y pasan de nosotros, cuando también pagamos impuestos».