Ejemplar de carricerín cejudo. Pedro Marín (Global Nature)

Salvar al carricerín cejudo en la Albufera

Un proyecto de Global Nature gestiona el ecosistema del Parque Natural para que este ave, una de las más amenazadas de Europa, pueda descansar en Valencia durante sus periodos de migración

Gonzalo Bosch

Valencia

Martes, 24 de septiembre 2024, 00:44

En multitud de ocasiones este periódico ha explicado la importancia que la Albufera tiene como pulmón verde de la ciudad de Valencia. También se ha mencionado la necesidad de su cuidado para que las generaciones venideras puedan seguir disfrutando del paraje como ya lo hacen ... las actuales, o lo hicieron las pasadas. Sin embargo, la riqueza de la Albufera es tal que su importancia va mucho más allá. Concretamente, se trata de un entorno que sirve de 'campamento base' para más de 200 especies distintas de ave durante sus épocas de migración. La gestión del ecosistema de la Albufera puede servir para colaborar en la supervivencia de pájaros como el carricerín cejudo, una de las aves más amenazadas de Europa.

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En este sentido, un proyecto de Global Nature lleva desde 2016 monitoreando a estas aves y estudiando su comportamiento para tratar de ofrecer la Albufera como un lugar perfecto para su descanso durante su época migratoria. Todo comenzó con un proyecto de colaboración entre la Fundación Global Nature y la Junta de Castilla y León, con el objetivo de proteger esta especie de ave conocida como el carricerín cejudo. Durante un tiempo, la Fundación estudiaba los movimientos migratorios que estas aves realizaban por el interior de la península, realizando sus paradas de descanso en humedales de todo el país. Desde Global Nature pronto se percataron que el carricerín cejudo también se desplazaba por la costa, y decidieron actuar en la Albufera para entender su comportamiento.

Fue en 2016 cuando Global Nature realizó su primera campaña de anillamiento de 15 días seguidos para monitorear al carricerín cejudo. Esta campaña se realizó en el Tancat de Milia donde se capturaron 11 ejemplares. De esta manera, estas aves se monitoreaban para estudiar su comportamiento.

En esta línea, fue en 2018 cuando comienza el proyecto LIFE paludícola, un proyecto financiado con fondos europeos para gestionar estos humedales de manera que su ecosistema sea óptimo para el descanso del carricerín cejudo. De esta manera, Global Nature trabajaba en distintas ubicaciones -entre ellas la Albufera- para estudiar el entorno y cuidarlo de manera que el carricerín cejudo pueda parar y abastecerse. Con este descanso, Global Nature ayuda a preservar a esta especie especialmente amenazada en Europa, que pudiendo parar en estos entornos coge fuerzas para continuar con su camino durante la época de migración.

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«Los humedales costeros son esenciales para la migración del carricerín cejudo. Durante sus viajes, estas aves migratorias necesitan que estas zonas estén acondicionadas para su conservación», explica Antonio Guillem, responsable de Humedales de Global Nature. «Durante el trabajo de la fundación, monitoreamos distintos humedales para conocer el estado de las poblaciones de carricerín cejudo», añade. En esta línea, su ubicación de trabajo pasó al Tancat de la Ratlla, donde capturaron veinte aves entre 2018 y 2021.

A partir de los monitoreos realizados, Global Nature puede interpretar el comportamiento de estas aves, y saber así cómo gestionar el entorno para hacer de su estancia un periodo lo más cómodo posible. En este sentido, la Fundación realizó una serie de cambios en el ecosistema de la Albufera, que no afectan negativamente al entorno, y mejoran la vida del carricerín cejudo. Entre 2018 y 2019 se realizaron labores de siega en el tancat de la Ratlla, así como plantaciones de vegetación.

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Más adelante, en enero de 2020 realizaron dos tipos de revegetaciones en la Albufera. Por un lado plantaron áreas de este humedal con 1175 ejemplares especies de plantas acuáticas, bien en zonas segadas previamente o bien en zonas de vegetación de herbáceas poco favorables para el carricerín cejudo. Por otro lado, se plantaron ejemplares de especies arbustivas en los bordes del humedal para proteger el hábitat y generar una diversificación de recursos para el carricerín. Durante los siguientes años continuaron las acciones sobre el Parque Natural que favorecían el paso de este ave.

Además de las siegas y plantaciones mencionadas anteriormente, Global Nature realiza otro tipo de acciones sobre los humedales en pro del paso de estas aves. La recuperación del pastoreo tradicional, la reparación de instalaciones hidráulicas para evitar el estancamiento del agua, o la lucha contra especies exóticas también son acciones ecológicas que se realizan en los humedales para salvaguardar al carricerín cejudo. Aunque eso sí, en la Albufera sólo se han aplcado las siegas y las plantaciones. «Tratamos de manejar el ecosistema sin dañarlo, y así mejoramos las condiciones del carricerín», sentencia Guillem.

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En la actualidad, Global Nature comenzará en enero de 2025 el LIFE AWOM 'Aquatic Warbles On the Move', otro proyecto de 5 años en el que participan países de la ruta migratoria del carricerín cejudo como Senegal, Portugal, Francia y Bélgica. Dicho nuevo proyecto tratará de mejorar el hábitat de los humedales así como de sus normas de conservación. De esta manera, el objetivo es que la Albufera siga siendo uno de los lugares favoritos de centenares de aves migratorias para parar a descansar y reponer fuerzas antes de continuar su camino. Así, los valencianos podrán seguir disfrutando de un paraje con una de las mayores muestras de variedad de aves jamás visto, y todo gracias a su gran tesoro verde, la Albufera.

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