Sarrià: «Cuando las quitamos, vimos que el forjado estaba peor de lo esperado»

Los operarios que retiran las pasarelas de la avenida del Cid se han encontrado con que el estado de los puentes que permiten salvar la vía estaban en peor estado de lo que creían los servicios municipales. Así lo confirmó ayer el concejal de Urbanismo, Vicent Sarrià, que explicó que él mismo presenció el desmontaje de las pasarelas el martes.

«El forjado estaba mucho peor de lo que esperábamos. Era incluso peligroso para los viandantes», comentó Sarrià. La concejalía pretendía desmantelar únicamente una de las pasarelas, la más cercana al centro de la ciudad, en los trabajos del martes por la noche, pero finalmente se desmontaron las dos que ya estaban preparadas (la primera y la situada a la altura de la calle Burgos) al ver que los trabajos avanzaban a buen ritmo. «Vamos a intentar acelerarlo todo lo que podamos», comentó Sarrià.

El concejal socialista, además, defendió el proyecto pese a las quejas vecinales de los residentes en Nou Moles y la Fuensanta. «Se trata de que la gente pueda cruzar una avenida que es una calle, no una carretera», dijo Sarrià, que insistió en que las pasarelas, instaladas al principio de la década de 1970, «permitían correr, ¿y correr para qué, para terminar en el embudo que es plaza de España?», se preguntaba Sarrià, que ponía como ejemplo de avenida de varios carriles que se puede cruzar por pasos de peatones la avenida Blasco Ibáñez, similar en dimensiones y carriles, pero distinta porque mientras que la avenida del Cid es la entrada desde el este de la ciudad y la A-3, Blasco Ibáñez no entronca directamente con una carretera.

El ejemplo más similar es la avenida Hermanos Maristas, que cuenta con varias pasarelas que permiten salvarla. Además, este tipo de puentes se encuentran también en Malilla y en la avenida General Avilés, justo antes del túnel hacia Peset Aleixandre, en un punto donde ya ha habido accidentes y hasta atropellos de gravedad.