La Semana Santa Marinera se reinventa

Al igual que las Fallas, la Semana Santa Marinera de Valencia también se reinventa y trata de adaptar sus actos y fervor a las nuevas circunstancias derivadas de la pandemia por Covid-19. Si bien no se pueden celebrar procesiones ni actos conjuntos en la calle, para evitar aglomeraciones, sí se pueden realizar celebraciones religiosas con aforos en el interior de los templos.

En principio, en un día como el de mañana sábado, la hermandad de Coronación de Espinas, realizaría en horario nocturno la procesión de las farolas, un acto en el que recorren casi en silencio las calles circundantes a la iglesia de Nuestra Señora de Los Ángeles del Cabanyal, como explica el hermano mayor de la entidad, Christian Pizá.

Como esta actividad procesional no se puede realizar, en su lugar, han decidido incorporar un acto nuevo a su tradición: la escenificación de la imposición de la corona de espinas. Como detalla Pizá, "haremos una misa a las 20 horas en la iglesia de N. S. de los Ángeles y escenificaremos el momento en el que la guardia romana desata al Nazareno de la columna y le imponen la corona de espinas y le ponen la capa y la caña. También leeremos el misterio de la coronación de espinas y la advocación de Cristo".

También se reinventan otros colectivos penitenciales, como la Corporación de Granaderos de la Virgen, en el Cabanyal, y la Real Hermandad de Jesús con la Cruz y Cristo Resucitado, puesto que el Domingo de Resurrección es tradición que ambos escenifiquen "el encuentro de la Virgen con su hijo resucitado en la calle Escalante, pero como no se puede hacer en la vía pública, el encuentro glorioso del Señor Resucitado con la Santísima Virgen María será en a las 10 horas en el interior de la iglesia".

Precisamente los Granaderos de Los Ángeles, además, el Jueves Santo harán una ofrenda a los difuntos de la Corporación y víctimas del Covid-19 en el cementerio del Cabanyal, a las 11 horas.