Un juzgado anula la concesión de la vieja estación marítima en la Marina tres años después

Una sentencia del juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 2 de Valencia ha estimado el recurso de Valencia Innovation District, S.L. y anula la adjudicación hace tres años de la concesión del edificio de la antigua estación marítima de la Marina a favor de la sociedad belga Forsbury's Mon N.V.

La sentencia declara probado que la oferta presentada por la segunda compañía no se ajustaba a los pliegos, tal y como ya defendió Valencia Innovation District ante el Consorcio Valencia 2007 durante el proceso de licitación. El punto de fricción fue el hecho de que se establecía un canon fijo de 190.000 euros anuales, mientras que los belgas presentaron una propuesta de pagos variables conforme avanzara la concesión de 25 años.

El recurso de reposición fue desestimado por la entidad gestora de la dársena, por lo que el siguiente paso para Valencia Innovation District, S.L. fue acudir a los tribunales, lo que ha ganado en primera instancia.

El fallo se puede recurrir, aunque LAS PROVINCIAS intentó sin éxito conocer si el Consorcio Valencia 2007 acudirá a una instancia superior para defender la adjudicación que hizo. Fuentes cercanas a la entidad no contestaron a este interrogante, lo mismo que pasó con el director general, Vicent Llorens.

Fuentes no oficiales indicaron que es «prácticamente imposible» que se produzca un recurso contra esta sentencia. «El caso está muy claro y, además, Forsbury's está de salida porque ya intentó hace tiempo vender la concesión a otra empresa. No hay ningún argumento para defender su posición», indicaron.

La antigua estación marítima está destinada, al menos sobre el papel, a convertirse en un centro de emprendedores, un hub que sirva para acoger sedes de pequeñas empresas que desean iniciar un proyecto, sobre todo relacionado con la tecnología.

El Consorcio sacó a concurso la reforma y gestión del edificio durante 25 años y lo adjudicó el 27 de noviembre de 2018. Valencia Innovation District, S.L presentó un recurso de reposición, aunque las obras se iniciaron al desestimarse la suspensión.

Tras varias modificaciones del proyecto, el confinamiento por la pandemia, que afectó también a las obras públicas, fue el detonante para la paralización completa. A falta de más detalles, se han realizado demoliciones y desescombros en el edificio.

Fuentes cercanas a la empresa que ha ganado el recurso señalaron que están en disposición para hacerse cargo de la concesión, pese a los años transcurridos. En su mayor parte, se trata de inversores valencianos. También está pendiente de conocer si la empresa belga pedirá daños y perjuicios al Consorcio.