Los 'skaters' y el ruido toman la nueva plaza de la Reina

Los ruidos nocturnos sobresalen sobre todos los demás. Músicos callejeros, botellón y 'skaters' pugnan por llegar a lo más alto del podio de la contaminación acústica. «Los primeros días llegué a llamar a la Policía Local hasta a las cuatro de la madrugada, hasta que me dijeron que no volviera a llamar», dice una vecina.

La misma persona entiende que hay otros servicios policiales más importantes, pero reivindica el derecho al descanso. «No pueden decir que no vienen porque tienen otros asuntos más graves. No descansamos y eso es algo que debe solucionar el Ayuntamiento porque es a diario».

La frase «no tengo patrullas» ha sido escuchada por más de un vecino que ha llamado por la noche para denunciar los ruidos. Los 'skaters' se adueñaron prácticamente el primer día de la plaza, utilizando los palos de los toldos como parte de un circuito al que añaden conos de circulación. «Esto no hay ordenanza que lo apruebe, la Policía Local debería hacer algo», sostuvieron.

La normativa contra la contaminación acústica dice que los músicos callejeros puede utilizar altavoz sólo con autorización, mientras que la de Movilidad indica que los monopatines deben atravesar las calles y plazas peatonales a velocidad de paso humano y dando siempre prioridad a los viandantes, lo que en el caso del 'circuito' no se produce.

«No pensábamos que el ruido iba a ser un problema tan grave, pero esto es como una campana y sube hasta la última planta», dijo otra vecina tras poner en duda la legalidad de todas las actuaciones callejeras. «Me gustaría saber si todos tienen autorización», se preguntó.

Los patinadores van acompañados de sus propios altavoces conectados a los teléfonos móviles. «En el jardín del Hospital se ha visto cómo les decomisaban los monopatines. ¿Cómo es que esto no sucede aquí?», se lamentó, para comentar igual que las anteriores que sólo descansa «con tapones de cera en los oídos y a base de Orfidal», un tranquilizante habitual.

Para el presidente de la asociación de vecinos y comerciantes de Ciutat Vella, el resultado de la plaza no está siendo bueno, ni por los ruidos nocturnos ni por la falta de sombras durante el día. «Da pena ver cómo los turistas se ponen pegados al muro de la Catedral, junto a la Puerta de los Hierros, donde hay un trozo donde no cae el sol a plomo».

El dirigente vecinal señaló el problema surgido por el corte de tráfico de la calle Corregeria, donde hay dos bolardos, uno con llave para permitir el paso de vehículos de emergencia. «En el proyecto dijeron que iba a ver una conexión con la plaza. Ahora tenemos que dar marcha atrás y salir en dirección a la plaza del Negrito y Caballeros», detalló.

La inversión de diez millones de euros, presupuesto tanto de la plaza como del remozado aparcamiento subterráneo, no ha salido tan «rentable» como se esperaba a tenor de las críticas vecinales. «La limpieza deja mucho que desear y es cuestión de tiempo que esto se llene de pintadas porque volverán después de que borraran una por la visita de Ribó a la plaza», estimó Mampel.

La portavoz del PP en el ayuntamiento, María José Catalá, pidió por su parte la primer edil que garantice el derecho al descanso de los vecinos de la plaza. «Desde que finalizó la peatonalización de la zona se han visto incrementados los problemas de ruido y botellón hasta altas horas de la madrugada todos los días de la semana», dijo.

«No se puede permitir que para se disfruten de un espacio haya que vulnerar el descanso de quienes viven en la zona. Después de dos semanas ya son más que evidentes los problemas que sufren a diario los vecinos con monopatines, actuaciones callejeras, botellón... hay que actuar y tomar medidas ya», comentó Catalá.

La portavoz popular explicó que Ribó perdió el miércoles una gran oportunidad de escuchar a los vecinos de la zona y lamentó «los malos modos y su desprecio a quienes se acercaron durante su recorrido para mostrar su disconformidad con la reforma. Vimos una vez más al verdadero Ribó, el autoritario».

Pintada en el Ágora del Diseño

Por otro lado, El portavoz de Ciudadanos en el Ayuntamiento, Fernando Giner, lamentó que el Ágora de la Capital Mundial del Diseño luce una pintada desde hace más de un mes. «Si esto pasa en un edificio dedicado al diseño, que ha sido específicamente construido para promocionar la capitalidad y que además es visitado todos los días por centenares de personas, qué no pasará en otros sitios»

Señaló que le sorprende que alguien «haya podido entrar tranquilamente a la plaza más céntrica de Valencia, hacer un grafiti en una de sus piezas más importantes, y que no hubiera nadie para impedirlo».