El soterramiento de las vías de Serrería hasta Moreras, una ocasión «perdida» para los vecinos del Marítimo

Julio Moltó, portavoz de la asociación de vecinos de Nazaret, cree que renunciar a soterrar las vías más allá del cauce del río «no repara ninguno de los daños causados en la Punta». «La sacrifican otra vez», indica. De la misma opinión es la federación, que en un comunicado emitido ayer explicó su desacuerdo con una decisión «que implicaría escoger la opción parcial de soterramiento de las vías de Serrería excluyendo la reunificación de La Punta». La construcción del trazado dividió en dos la pedanía, que tiene incluso la iglesia histórica al otro lado de la autopista del Saler, pegada a Nazaret.

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La presidenta de la entidad, María José Broseta, «el camino de La Punta al mar arranca desde la calle Jesús Morante i Borràs y lo cortan las vías del tren; una pasarela de hierro casi impracticable 'salva' las vías y continúa al otro lado en dirección a las casas de los realojos de la ZAL. El soterramiento parcial planteado no repara ninguno de los daños causados en La Punta, sacrificando de nuevo a toda esta zona y manteniendo la situación de brecha en el la ciudad».

Broseta insistió de nuevo en que ésta no es una cuestión de ciertos barrios, es un tema de ciudad que tiene que ver con la vertebración real de Valencia. «Esta es una cuestión que afecta al conjunto de la ciudad y que es decisiva para llevar a cabo una verdadera vertebración del territorio; no se puede optar por tanto por una solución intermedia que no aborda el problema y que no atiende a una reivindicación vecinal histórica que se arrastra ya desde hace cuarenta años», dijo la portavoz del movimiento vecinal organizado en un comunicado remitido a los medios.

Pero como esto va por barrios, y nunca mejor dicho, dependiendo de dónde preguntes están más o menos contentos. En Nazaret y La Punta no lo están, obvio, pero en Malilla y en Penyarroja, por el contrario, se dan por satisfechos. Fernando Argente, presidente de la Asociación de Vecinos de Penyarroja, celebró ayer la decisión, porque su barrio es uno de los más afectados. Al eliminar las vías, la prolongación de la Alameda hasta el Grao que ha propuesto el Ayuntamiento permitirá crear una zona verde (inferior a la que había proyectada por el PSPV, eso es cierto) en los terrenos del antiguo circuito de Fórmula 1, además de unir el barrio con el mar a través de una avenida. «Estamos muy contentos, aunque habríamos preferido que fuera total», aseguró. Esa era también la opción preferida por el Ayuntamiento, que tuvo que renunciar a ella cuando vio que el Gobierno apostaba por la opción 1, que no incluía ningún soterramiento. La opción elegida es una solución de consenso que también agrada en Malilla, que por fin podrá ver cumplida su aspiración de aumentar el Parque Central, de un bulevar verde y de unir de forma peatonal, más allá de las incómodas pasarelas, el barrio con la zona de la Creu Coberta, tan lejos pero tan cerca de la zona nueva de Malilla y de la nueva Fe.