El cruce de la muerte, entre Blasco Ibáñez y Doctor Gómez Ferrer, con seis personas fallecidas desde 2010. Jesús Signes

Los suspensos de Valencia en seguridad vial

Señales mal colocadas, un semáforo inventado, giros con nula visibilidad, un cruce mortal sin soluciones… Recorremos Valencia junto con el presidente de las autoescuelas para examinar a la ciudad en seguridad vial. Y esta es su nota de 'fin de curso': un cuatro

J. A. Marrahí

Miércoles, 21 de junio 2023, 22:32

Los conductores se examinan, nuestros vehículos pasan la ITV, somos sometidos a controles de velocidad y alcohol. Pero la seguridad vial no está sólo en personas y medios de desplazamiento, sino en el conjunto: cruces, pasos, señales, visibilidad… El todo. ¿Y quién examina a una ... ciudad entera? Vamos a intentar hacerlo, en lo esencial, con Valencia, por la que cada día se mueven alrededor de 800.000 habitantes. Y cada vez de manera más variada.

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Un reciente análisis de Luca Tránsit para Valencia estima en 15 millones los desplazamientos mensuales con origen o destino en la ciudad de Valencia y otros 8,6 millones, los movimientos internos.

El estudio más reciente de la Policía Local de Valencia muestra que las muertes se doblaron el año pasado: de 7 a 15 víctimas. Además, en 2022 hubo 7.444 siniestros de todo tipo (una veintena al día) y más de 3.800 personas resultaron heridas (diez por jornada), según las cifras de 2022.

El análisis cifra en un fallecido y 604 heridos el balance de víctimas en las diez calles con mayor siniestralidad, encabezadas por la avenida Blasco Ibáñez, la avenida del Cid y la avenida Ausias March. El tridente de la peligrosidad.

Primer paso. Necesitamos un examinador. Y se presta para el cometido Juan Carlos Muñoz, profesor y presidente de la Asociación Valenciana de Autoescuelas (Avae). Él pisa el asfalto a diario enseñando a otros a conducir y conoce al dedillo reglamentos, normas viales, señalizaciones...

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«Vamos a necesitar una mañana, por lo menos», advierte Muñoz tras pedirle que describa aquellas zonas, carriles, señales o planeamientos viales, que, por una razón u otra, son un riesgo para la seguridad. En definitiva, los puntos en los que el nuevo gobierno municipal debería poner su atención. Y también, por supuesto, como advertencia a los usuarios de la vía.

  1. Calle Terrateig con General Avilés

    Un ceda el paso debería estar en la derecha

Una señal vertical mal situada, puesto que debería estar a la derecha por la naturaleza del giro. Jesús Signes

Once de la mañana. Primera parada y primera lección del profesor Muñoz: «Hay un catálogo oficial de señales que procede de un tratado internacional. Lo que se salga de ahí son señales inventadas. Sencillamente, no existen. Ponerlas es ignorar la norma. Y la realidad es que en Valencia no sólo se inventan, a veces se colocan mal».

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Para Muñoz, «un ayuntamiento no puede hacer con las señales lo que le dé la gana». Y muestra, como ejemplo, la anomalía de un ceda el paso en la confluencia de la calle Terrateig con General Avilés. «Salimos a una avenida importante y hay un ceda el paso colocado a la izquierda. La norma nos dice que cuando hay una sola señal colocada a la izquierda la deben cumplir quienes sigan de frente o giren a la izquierda. Y aquí ambas cosas son imposibles. Sólo se puede girar a la derecha».

El peligro: «Si el conductor avanza en giro a la derecha y tiene una colisión podría alegar que no tiene ninguna señal, que nada le ha quitado la prioridad». Lo curioso es que ese ceda el paso «estaba a la derecha, se construyó el carril bici y se cambió a la izquierda». Lo ha denunciado varias veces, pero sigue igual. «Y, ojo, los autobuses también utilizan este cruce». Y la solución: «Aquí es fácil, ponerla a la derecha o pintar un ceda el paso en el suelo».

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  1. Paseo de la Petxina y otros puntos

    Marcas para peatones que no son de peatones

Una mujer atraviesa una marca vial concebida por el reglamento para ciclistas, no para peatones. Jesús Signes

Atento a cada detalle, Muñoz llama la atención sobre otra contradicción presente en muchos puntos de Valencia: «Los nuevos pasos para peatones que no son para peatones». Son esas dos líneas de cuadrados paralelas en algunos cruces sin pintura en el medio que atraviesan personas «cuando el reglamento dicta que esa marca es sólo para bicicletas».

El profesor cree que esta marca con uso inadecuado «se debe haber hecho para ahorrar pintura». ¿Cuál es el riesgo? «Si un día no va el semáforo y hay un atropello el peatón, con la norma en la mano, no podría alegar que estaba en un paso de peatones». Este «es, por norma, con las líneas alargadas tipo cebra».

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  1. Avenida Primado Reig y otros puntos

    El semáforo intermitente para ciclistas «inventado y con riesgo»

Una mujer atraviesa un cruce junto a un semáforo para ciclistas que no es reglamentario. Jesús Signes

 

Sigue nuestra ruta examinadora y en varios puntos de la ciudad Muñoz se muestra crítico con un pequeño dispositivo luminoso que parpadea en ámbar con el icono de una bicicleta mientras centímetros más arriba y sobre el mismo soporte el semáforo principal está en rojo. ¿Qué es esto? «El ciclista puede saltarse el semáforo en rojo si no pasan peatones por el cruce en ese momento».

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Hay ya cientos por todo el anillo ciclista. Los encontramos, por ejemplo, al paso por la avenida Primado Reig. Y todos con el mismo problema: «Son ilegales. No existen en el catálogo semafórico. De rojo y verde para ciclistas, sí. De ámbar intermitente, no. Es un invento. Y estamos educando a la gente a que rebase los semáforos en rojo al adquirir esta costumbre en bicicleta».

Para el experto vial, «si el semáforo principal está en rojo debería estarlo para todos, coches, bicis… Lo que sea. Por respeto y seguridad para el peatón en los cruces». Su solución: «Quitar estos semáforos ilegales y que las bicis y vehículos de movilidad personal se detengan, como el resto».

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  1. Puente del Ángel Custodio con Jacinto Benavente

    Los giros peligrosos con visibilidad imposible

El conductor de esta furgoneta no tiene ángulo para ver a los ciclistas o usuarios de patinete que le llegan por su derecha. Jesús Signes

Muñoz conduce ahora hasta un giro de «visibilidad imposible». Avanzamos por el puente del Ángel Custodio, intentamos girar a la derecha hacia Jacinto Benavente, respetamos el semáforo intermitente que obliga a ceder paso y ¿qué nos encontramos? «Un cruce de peatones y un paso de carril bici con movimiento de usuarios en los dos sentidos, pero con un diseño tal que a los ciclistas que vienen por nuestra derecha casi no los vemos venir», describe el presidente de Avae.

Confirmado. Por culpa del diseño del trazado, las bicicletas y patinetes nos llegan aquí por una diagonal trasera que queda prácticamente a las cinco (en posicionamiento de reloj). Es decir, «el conductor se ve obligado a un costoso giro de cabeza que le hace perder atención sobre los peatones o sobre las bicis y patinetes que también se aproximan por su izquierda».

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Las cabezas de los conductores giran casi como una peonza y sus cuerpos se inclinan instintivamente hacia el asiento del acompañante para intentar ver bien en el traicionero punto de riesgo. «Y no se ha tenido en cuenta que vehículos como furgonetas o camiones tienen mucha menos visibilidad en este lugar o, sencillamente, van a ciegas, se la juegan», lamenta el profesor.

Este problema aparece en otros puntos como Ausiàs March y Peris y Valero y lo que propone Muñoz es, en general, «un rediseño que garantice que no tengamos que girar la cabeza más de 90 grados para poder ver a los que vienen de lado». De lo contrario, «hay un riesgo serio».

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  1. Cardenal Benlloch y otros puntos

    ¿Y dónde descargar ahora?

Redistribución de carriles en la avenida Cardenal Benlloch, otro de los puntos problemáticos señalado por Muñoz Jesús Signes

Para el experto es muy problemático querer hacer carriles para todos en grandes avenidas reduciendo al mínimo el espacio de vehículos particulares motorizados. «Es lo que está sucediendo en Cardenal Benlloch y Eduardo Boscá», detalla.

Al conducir por esta zona de la ciudad nos topamos con un carril bici/patinete con dos sentidos, un carril reservado para transporte público y para el resto de vehículos limitado a 30 km/h. Todo parece muy bien intencionado, «pero el problema llega con los proveedores de locales que necesitan descargar».

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¿Qué hacen? «Pues lo único que pueden», explica Muñoz. «Se paran en el carril de transporte público, lo bloquean, ponen las luces de emergencia e intentan llevar su mercancía hasta la acera atravesando el carril bici». Resultado: un doble riesgo. Autobuses y taxis se ven obligados a sortear el bloqueo con continuos cambios de carril y los operarios de descarga, a caminar con mercancías entre bicis y patinetes.

  1. Avenida Blasco Ibáñez con Doctor Gómez Ferrer

    Sin cambios en el cruce de la muerte

Diferentes ángulos del cruce de Blasco Ibáñez con Doctor Gómez Ferrer muestran la densidad de pasos, giros y señales de esta transitada zona de Valencia. Jesús Signes

La siguiente parada en el trayecto es el punto más 'negro' de Valencia, la confluencia de Doctor Gómez Ferrer con la avenida Blasco Ibáñez, escenario de seis muertes desde 2010 en choques y atropellos. «¿Lo que me cuesta entender es que no se haya puesto ya alguna solución o cambio?», reflexiona Muñoz.

Es un espacio reducido y compartido por universitarios, muchas personas que salen de una boca de metro, pacientes y acompañantes que caminan al Hospital Clínico o proceden de él, una elevada densidad de circulación rodada… «Y se pretende que casi todos los usuarios puedan ir en todos los sentidos posibles (cuatro, en suma), con semáforos intermitentes, bicicletas sobre acera, junto a la salida del metro…». En suma, «tanta información a la que atender y tanta densidad de movimiento son un cóctel perfecto que propicia la siniestralidad».

Para el experto hay que intentar hacer este cruce más sencillo. «No puedo comprender por qué el carril bici está en la acera por donde hay más peatones, en lugar de discurrir por la de enfrente o por la zona central ajardinada». Y otra de sus propuestas: «cambiar el sentido de circulación de vehículos a motor» en Doctor Gómez Ferrer. Y «eliminar los semáforos intermitentes de ciclistas, que también generan complicación y más riesgo en este punto».

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  1. Avenida Blasco Ibáñez

    Trampas para ciclistas y patinadores

La falta de espacio conlleva problemas como este, con las raíces de un árbol poniendo en peligro a los usuarios de un carril bici en Blasco Ibáñez.

Justo en la acera opuesta, sin dejar de Blasco Ibáñez, emergen nuevos peligros. Como el de un bache descomunal en pleno carril bici por las raíces de un árbol. «Si esto lo atraviesa un patinete a cierta velocidad, sale volando», se asombra perplejo el profesor. Un material plástico gomoso similar al de los suelos de parques infantiles es el poco efectivo parche ante el problema.

Unos metros más adelante, hay hileras de mesas de bares y cafeterías en la acera. Están flanqueadas por un carril bici/patinete con dos sentidos y una densidad de paso enorme. «Recordemos que estamos en zona universitaria». No existe aquí ese pequeño paso de peatones sobre el carril que marca la prioridad para personas a pie. El principal riesgo lo asumen los camareros que van y vienen atravesándolo para servir o cobrar, cargados y con evidente peligro de atropello.

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