Atasco para salir de Valencia por la V-31. Jesús Signes

El tráfico colapsa el sur de Valencia pese a la orden de no coger el coche

El dispositivo especial de la Policía Local no evita los grandes atascos en las horas punta en los accesos de la ciudad

Lunes, 4 de noviembre 2024, 08:20

«Riesgo extremo de colapso», dijo el domingo el conseller de Infraestructuras, Vicente Martínez Mus, y riesgo extremo de colapso es lo que se vivió ayer en los accesos de Valencia. Sin transporte público desde l'Horta Sud y con una pista de Silla que asume 100.000 coches al día bajo mínimos, las entradas al cap i casal vivieron desde primera hora del día importantes atascos que llegaron a sumar casi 20 kilómetros de retenciones a las 8 horas de este lunes. Tanto la V-30 como la V-31 estuvieron atascadísimas buena parte del día y los problemas para circular llegaron también a avenidas como Ausiàs March o la del Cid e incluso a calles como San Vicente Mártir entre San Marcelino y Giorgeta. Aunque la situación mejoró ligeramente durante la mañana, empeoró por la tarde, cuando la hora de salida de los trabajos terminó por colapsar vías como Ramón y Cajal, Jesús, la avenida del Cid en sentido salida, Pío Baroja, el puente Nou d'Octubre o pintor Benedito en sentido entrada.

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Lo peor se vivió, claro, en la tremendamente congestionada pista de Silla. En la V-31 hubo, a primera hora de la mañana, 6,5 kilómetros de atasco entre Catarroja y Silla sentido Valencia y otros 3 entre Horno de Alcedo y Alfafar sentido Alicante, porque se ha creado un carril contrasentido que discurre en dirección sur. Además, la V-30 estuvo colapsada durante todo el día. Según ha podido saber este diario, hay conductores que han pasado más de dos horas parados en la Pista de Silla, por lo que cientos de ellos han optado por buscar vías alternativas: la CV-400 y la carretera del Saler, las más utilizadas.

Todo esto se dejó notar ya en la ciudad, por supuesto. La circulación fue muy complicada durante todo el día en Fernando Abril Martorell, en el bulevar sur entre el cementerio y San Vicente Mártir, con patrullas de Policía Local que controlan las salidas al sur. Era relativamente sencillo entrar a Valencia, pero salir era otra cosa porque los problemas en la pista de Silla y la carretera del río se daban, sobre todo, en sentido Alicante o sentido puerto, respectivamente. La Policía Local evitaba cualquier salida hacia el sur desde la ciudad, incluido el giro por Font d'En Corts desde el bulevar al lado del centro comercial El Saler.

Mientras, la EMT trabajaba a pleno rendimiento, con cientos de personas que buscaban en los autobuses municipales una forma de llegar a sus lugares de trabajo. Algunas paradas, como la de Lluís Vives, una de las más importantes de la red, estuvieron llenas desde primera hora de la mañana, pese al refuerzo planteado en Correo Viejo. El domingo ya se alertaba de que se podrían dar problemas en la red por la afluencia de personas y, sobre todo, por lo desigual de la misma, con miles de viajeros en el sur y pocos en el norte o en las zonas universitarias de la ciudad, lo que finalmente se dio tal cual.

Reajustes al momento

Según explicaron fuentes de la empresa, hubo conductores que no se presentaron, por lo que han echado mano de los conductores de guardia. Además, retiraron autobuses de las líneas universitarias para hacer servir dos nuevos trayectos, uno a La Torre y otro a Feria de Muestras para voluntarios, por lo que la red funcinó «bastante bien», según explicaron desde Correo Viejo. Además, durante toda la mañana un equipo de seis inspectores modificó en tiempo real los autobuses que estaban destinados a cada línea, para así tratar de aumentar la frecuencia en los trayectos más utilizados. Además, la Policía Local se desplegó en el sur de la ciudad para garantizar la movilidad y los accesos a la ciudad. El dispositivo estaba reforzado por agentes de la Policía Municipal de Madrid y se centró especialmente en garantizar la seguridad de la circulación en las entradas y salidas de la ciudad, así como en las grandes vías.

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En el operativo se habían previsto patrullas específicas para realizar acompañamientos de servicios específicos para la zona 0 de la DANA. Se recomendaba también a los conductores que estuvieran atentos a las informaciones que se realizaran desde los canales y paneles de información oficiales por las posibles restricciones de tráfico, sobre todo aquellas que indicaran evitar las zonas de actuación de los se vicios de emergencia.

De hecho, la Policía Local estaba apostada en todos los accesos al sur de la ciudad para evitar que los caminos que llevan a La Torre, Sedaví, Alfafar o Benetússer terminaran por llenar de coches las entradas a la zona más afectada. Queda para este martes otra prueba de fuego para la movilidad metropolitana porque las clases se retomarán en toda la ciudad menos en las tres pedanías afectadas, Castellar-Oliveral, Horno de Alcedo y La Torre. Se prevé, por tanto, el movimiento de cientos de miles de coches toda vez que los padres y madres tendrán que llevar a sus hijos o hijas al colegio.

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Mientras, la Empresa Municipal de Transporte también hará un ajuste a tiempo real de las líneas. A falta de universitarios, se prevé que la afluencia pueda ser menor incluso que en otros días, aunque la red se está enfrentando en estas jornadas a una prueba de estrés que servirá para comprobar hasta qué punto los autobuses municipales pueden mover a prácticamente toda la población de la ciudad que coge un transporte público. Además, queda por ver cómo responden los taxis, otro servicio público que se ha visto mermado porque decenas de taxistas viven en las pedanías del sur de la ciudad.

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