«El traslado de la subestación es innegociable para nosotros»

Todo lo contrario, según explicó este viernes la presidenta de la entidad vecinal, Antonia Gómez. En la asociación están decepcionados con la falta de empuje de Compromís y PSPV para acordar el traslado con Red Eléctrica. «Todos los años vienen a la protesta», matizó la dirigente vecinal. Esta semana, el propio alcalde Ribó reconoció que la negociación había entrado en vía muerta.

En teoría está todo claro, aunque eso no supone que haya plazos. El Ayuntamiento reservó una parcela en el barrio de San Isidro, junto a la V-30 y a 400 metros de las viviendas más cercanas, para que se construyera la subestación Nuevo Cauce. La sorpresa fue que se quedó fuera de la programación de la empresa estatal, algo que fue subsanado hace cuatro años.

Pese a esa circunstancia, no se sabe nada del traslado. «Patraix no olvida que el 15 de mayo de 2007, hace ya quince años, se produjo una explosión que conmocionó a todo un barrio, en la subestación eléctrica», indicaron en referencia al inmueble construido junto a las viviendas, en lo que se perfila como la futura plaza de Favara,

Después de eso llegó un juicio que ganó la asociación de vecinos, al decretar el fallo que la instalación carecía de la licencia necesaria.

La asociación no pidió la ejecución de sentencia al entender que el acuerdo para el traslado era cosa hecha, lo que el tiempo ha demostrado que no es así. Uno de los últimos obstáculos fue que el acuerdo plenario en el Ayuntamiento pasaba porque la subestación de Nuevo Cauce fuera soterrada, lo que rechazó Red Eléctrica al entender que estaría a 400 metros de las viviendas.

«Los compromisos adquiridos en su día por las administraciones de cerrar y trasladar esta infraestructura, han sido reiteradamente incumplidos, por lo que los vecinos continuaremos exigiendo el desmantelamiento de la subestación hasta conseguirlo», finalizaron.