LOLA SORIANO
Valencia
Lunes, 27 de febrero 2023, 01:09
El Ayuntamiento de Valencia anunció hace unas semanas una importante inversión de las administraciones para rehabilitar 33 edificios del grupo de viviendas Virgen de los ... Desamparados, en el barrio de Tres Forques.
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Habrá una 'lluvia' de millones, un total de 17,4, con un acuerdo de financiación de fondos Next Generation que aportarán a tres bandas el Ministerio de Transporte, que será el que más dinero invierta, el 62%, del total; el Consistorio valenciano, que se hará cargo del 29%, y la Generalitat, que pagará el 3,70% y los vecinos que opten a ayudas podrán el 5,93%.
Los residentes de estos bloques situados entre la avenida de El Cid y Tres Cruces se alegran de que por fin se acuerden de ellos y llegue algo de inversión, pero tienen claro que estas acciones servirán para mejorar la imagen, pero no para abordar el principal problema de esta parte del barrio: la okupación ilegal de casas, la venta de droga y los conflictos de convivencia.
El acuerdo entre administraciones permitirá rehabilitar fachadas, aplicar medidas de eficiencia energética, con el aislamiento exterior y el cambio de carpintería de puertas y ventanas. También se podrán destinar las ayudas para mejorar la accesibilidad, con la instalación de ascensores; para eliminar amianto y para mantener los edificios, con actuaciones para frenar la patología de humedad y estructura.
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Marco Pastor, de la asociación de vecinos de Tres Forques, comenta que es importante «que se hagan inversiones en ese grupo de viviendas, pero hace falta mejorarlo todo, y no sólo desde el punto de vista urbanístico. Hay que actuar desde el punto de vista social. Va a requerir muchas otras intervenciones».
Una vecina de toda la vida de la zona, Teresa, detalla que el barrio se ha ido degradando, «está bien que inviertan en las fincas, pero no creo que estas actuaciones que anuncian nos quiten los problemas de los okupas».
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Afirma que lleva viviendo en estos bloques desde los 27 años «y voy a cumplir 80. Antes era una zona tranquila y la gente se reunía en la calle para tomar el fresco. Ahora, hay gente que no se integra, tiran cosas al suelo y hay mucha okupación».
No hay más que dar una vuelta por esta zona próxima al hospital General, para ver la degradación de las fincas. Incluso hay gente que acumula chatarra y la ata a un árbol de la calle para luego venderla.
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Otra residente de nombre Olimpia, nada más conocer la inversión, opina que el verdadero problemas «son los okupas y la droga». Y acto seguido añade que ya que anuncian inversiones, «que no sólo hagan una intervención urbanística porque hay problemas sociales y por las noches esto da miedo. Hace falta una intervención social».
Algunos vecinos se preguntan si al final se podrán hacer las rehabilitaciones «porque si hay pisos okupados, esos no pagan, y los dueños afectados no sé si van a invertir».
Algunas de estas fincas de calles como Jurados, Jumilla, Antella o Miguel Paredes tienen las puertas del patio abiertas de par en par, «porque como muchos pisos los han ocupado, no se molestan en cerrarlas. Y hay veces que ves subir y bajar a gente y hay trapicheo», denuncian algunos vecinos.
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La rehabilitación de las fachadas, las ayudas para la eficiencia energética con nuevas ventanas vendrán bien para los propietarios, pero si no van acompañadas de medidas sociales, no avanzamos», comenta María Jesús.
Se da la circunstancia que en algunos patios hay ascensores y en otros no, e incluso una vecina confiesa que en su finca «sí teníamos ascensor y se tuvo que cerrar y ya no lo podemos usar porque había gente que tiraba basura dentro. No hay civismo».
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Carmen, que se desplaza al barrio para ver a su madre, comenta que recuerda una infancia muy feliz en la zona. «Podías estar en la calle, jugando con los patines y ahora todos los patios están enrejados y no vive el mismo tipo de gente. Hay bastante trapicheo y okupación». Reconoce que si «se arreglan las fachadas algo es, por lo menos que se mantengan los edificios, porque se hicieron tras la riada, pero es importante que haya intervenciones sociales y más vigilancia».
La actuación de las administraciones anunciada permitirá la rehabilitación de 33 edificios de estas fincas que datan de 1965 y en un total de 366 viviendas.
Los vecinos de Tendetes, en concreto los que residen en calles como Jaoquín Ballester, Crucero, Enrique Gaspar, Navío, Cayuco, Remolcador o Narciso, entre otros, están más que contentos con el anuncio de la llegada de ayudas para rehabilitar sus fincas, unos edificios que datan de finales de la década de los 60.
En este barrio muchas tiendas y sobre todo bares desaparecieron tras el cierre del hospital La Fe y vecinas como Marí Carmen Marco, de la asociación de vecinos de Tendetes y Vicky Ángel, miembro de esta entidad y presidenta de la asociación cultural Julio Ángel Pardo, argumentan que es «como si nos hubiera tocado la lotería. Nos dijeron que iban a invertir en dos barrios de Valencia y el hecho de que seamos uno de ellos, nos hace estar contentos».
En este caso, se invertirán 17 millones en 42 edificios que albergan 363 viviendas. Una vecina nada, Laura Server, nada más conocer la medida explica que precisamente « quiere cambiarse las ventanas. Nos pondremos unas que aíslen del frío y del ruido. Y ojalá nos pusieran ascensor, pero no sabemos si cabe por fuera o algo».
Otra residente, Isabel Villanueva, comenta que ella ya cambió las ventanas «pero la verdad es que queríamos cambiar la puerta del patio y pintar las escaleras y nos vendría muy bien».
Eso sí, vecinas como Amparo, argumentan que una de las necesidades de estas fincas «es poner ascensor, pero por el hueco de la escalera no cabe. No sabemos si harán un cambio de ordenanzas para que podamos ponerlos por fuera». Y es que añade que conoce un matrimonio mayor del barrio «que se ha tenido que alquilar una casa con ascensor porque ellos no tienen y a la vez, han alquilado su casa».
Hortensia Polo, otra de las residentes que se podrá beneficiar de estas ayudas, comenta: «Tenía pensado cambiarme las ventanas y como he sabido que nos van a dar ayudas, pues hemos retrasado la reforma.
Vicky y Mari Carmen detallan que durante meses han ido patio por patio «recopilando los datos de los presidentes de las comunidades de vecinos para que luego se les convocara a una reunión para informarles de las ayudas. Ahora si viene esa inversión, estamos felices».
Eso sí, quedarán algunos bloques por hacer más próximos a Gregorio Gea, en calles como Falucho o Patacho.
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