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¿Será el Plan de Ciutat Vella la solución? Es la pregunta del millón que se harán muchos a partir de su próxima entrada en vigor. Todavía falta la aprobación de la Generalitat, aunque se prevé como un mero trámite después de más de dos años de estudios y darle vueltas a la regulación de apartamentos, edificios protegidos, el comercio tradicional y el tráfico, además de los equipamientos públicos.
Todo eso metido en una coctelera y agitado arroja un documento que fusiona otros 61, además de la protección de 2.250 edificios que quedarán para siempre como residenciales, es decir, para viviendas. También el propósito de blindar 49 comercios tradicionales y aumentar el catálogo monumental desde los 1.600 hasta los 2.000 elementos. A partir de ahora, todo el que quiera saber qué se hará en cada solar, edificio y calle no tendrá más que acudir al plan, donde se indica que los equipamientos públicos costarán unos 70 millones y la vigencia antes de la revisión de usos debe mantenerse durante dos décadas.
¿Qué opinan los vecinos? Trini Piquer, portavoz de la coordinadora vecinal de Ciutat Vella, se muestra escéptica, casi irónica. «Que hagan apartamentos, aunque preferimos hoteles porque suponen más puestos de trabajo», sonríe ante lo que muchos residentes consideran inevitable.
Piquer comenta que la solución pasa por las promociones públicas de viviendas, la única manera de atraer vecinos al barrio. Velluters es ejemplo de degradación, con la proliferación de la prostitución callejera y el tráfico de drogas. «Ahora todo se va hacia la avenida del Oeste, donde están las casas de apuestas, un tema por cierto donde nadie hace nada», señala.
El plan prohíbe los nuevos edificios de apartamentos o las viviendas turísticas profesionales en todos los barrios salvo en el de Sant Francesc, y esos a 150 metros de distancia de los que se hagan a partir de ahora, recuerdan fuentes de la concejalía de Renovación Urbana.
Pese a esa circunstancia, los vecinos no lo tienen tan claro. Lluís Mira, de la asociación Amics del Carme, comenta que la moratoria aprobada por el Consistorio mientras tramitaba el plan para hoteles y edificios de apartamentos «estaba llena de excepciones. El Ayuntamiento estuvo meses avisando para que se presentasen las peticiones, y así fue: 80 solicitudes. ¿Cómo se entiende que Urbanismo defienda la residencialidad de Ciutat Vella mientras permite que se tramiten 80 licencias más?», se pregunta.
En su opinión, puede que «al alcalde lo haya encandilado la industria turística. Ribó no lo dice abiertamente, pero el Ayuntamiento está permitiendo que Ciutat Vella se transforme en un parque temático al aire libre solo apto para turistas. De hecho, los vecinos ya le han cambiado el nombre por 'Guirilandia'. En otros ámbitos, la plataforma de afectados por el plan de la muralla islámica quiere ser más positiva. «La forma de construir el plan ha sido ilusionante porque se ha dado participación ciudadana con temas concretos», apuntan desde la entidad, para subrayar que los problemas principales del distrito son los inherentes de ser el centro de la ciudad. «Es donde hay más elementos de patrimonio, la trama urbana y los edificios requieren una atención especial, pero hay otro fundamental que son las personas, el patrimonio más valioso y algunas zonas se han vaciado, se han producido procesos de gentrificación. Hace 50 años, en el Carmen había el doble de habitantes que ahora. Sólo se instalan pisos turísticos y desaparece el comercio de proximidad». En la ocupación del espacio urbano se ha perdido «buena parte para los viandantes por la saturación de terrazas. También se ha producido una relajación en la limpieza, especialmente con las pintadas. En definitiva, hay que huir de la imagen del centro histórico como parque temático para turistas», aseveran.
1 El tráfico ya ha abierto amplios debates por la conveniencia de peatonalizar zonas y dificultar el acceso a residentes.
2 La falta de promociones públicas de viviendas se ha agudizado con el actual gobierno, que tiene numerosas pendientes.
3 La suciedad en muchas calles del centro histórico se agudiza por la saturación de pintadas en las fachadas de las fincas.
4 El turismo ha desbordado las previsiones más optimistas y ha transformado el comercio y la oferta inmobiliaria.
5 El plan protege 400 inmuebles y monumentos más, pero muchos están en mal estado de conservación y dañados por el vandalismo.
Entre los afectados por el plan, los principales son los propietarios de apartamentos. La asociación de viviendas de estancias cortas asegura que falta «voluntad política, presupuesto y medios para implementar las medidas que requiere. Consideramos, además, que se ha elaborado sobre un diagnóstico que no es objetivo con sectores como el nuestro, debido a la ausencia de participación de los afectados por unas medidas de gran trascendencia». «El plan afirma tener por objetivo mantener el uso residencial al tiempo que facilita la conversión de la mitad de viviendas de un edificio a oficinas, pero descarta las viviendas turísticas. Favorece el reparto de los beneficios entre el sector hotelero con clara vulneración al código ético del Turismo», afirman.
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Melchor Sáiz-Pardo y Álex Sánchez
Patricia Cabezuelo | Valencia
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