Valencia alcanza el récord de multas de tráfico pese a la crisis por la pandemia

Eso no ha supuesto un obstáculo para que las dos cifras se sitúen en el «top» del último lustro. Sólo en 2018 se superó la de cobro aunque en unas circunstancias totalmente diferentes y sin la ayuda de la recaudación que llega por conductores de otros municipios. Ese ejercicio se estrenó precisamente dicha modalidad para evitar la pérdida de ese dinero.

El récord ha servido para que el gobierno municipal recaudara más el pasado año de lo previsto por la concejalía de Hacienda, en concreto casi 800.000 euros. Este año, a raíz de lo que ha ocurrido, lo fijado en el presupuesto son ocho millones de euros, aunque con las nuevas modalidades de multas es fácil que vuelva a superarse en el cobro.

El último caso ha sido la puesta en marcha del Área de Preferencia Residencial en la parte norte de Ciutat Vella. Cinco cámaras con un sistema de reconocimiento de matrículas identifican y fotografían los vehículos no autorizados desde el pasado 1 de diciembre. El arranque ha sido tremendo, con miles de sanciones tramitadas por el Consistorio pese a las quejas de vecinos y grupos de la oposición municipal, que han pedido reconducir la iniciativa.

El Ayuntamiento estudia ampliar a tres barrios más (el Mercat, La Seu y la Xerea), según desveló recientemente el alcalde Joan Ribó. Las últimas cifradas dadas a conocer la concejalía de Movilidad hablan de más de 20.000 multas en poco más de tres meses, aunque ese enorme volumen de sanciones podría reducirse por los recursos.

Un ejemplo de ello lo pone la asociación de Comerciantes del Centro Histórico, que ha encontrado casos de personas que están recibiendo notificaciones de multas cuando pensaban que habían tramitado correctamente el permiso. «Se han visto con esta sorpresa y ahora les han dicho que deben presentar un recurso y ya se verá».

El gobierno municipal firmó un convenio en junio de 2017 con la Agencia Tributaria Valenciana para el cobro de multas de la ORA a conductores empadronados fuera de Valencia, en otros municipios de la Comunitat. Un año después se extendió al resto de infracciones de tráfico, con el propósito de revisar las no cobradas de los últimos cuatro años, lo que permite la legislación antes de que prescriban las sanciones. Eso sí, con el importante matiz de que cuando la Administración hace cualquier trámite el contador se pone a cero.

Eso puede ser uno de los motivos del aumento en la recaudación, indicó ayer el concejal de Hacienda, Borja Sanjuán, a la espera de un análisis más detallado de las cifras. Ahora, el gobierno municipal se enfrenta a una nueva tesitura, la de decidir cómo gestionar las Áreas de Bajas Emisiones que deben entrar en vigor el 1 de enero de 2024.

El anteproyecto de la Ley de Movilidad permite a los Ayuntamientos la imposición de una tasa añadida al sistema de etiquetas de los vehículos que distinguen el tipo de motor y antigüedad. El pasado viernes, tanto el vicealcalde Sergi Campillo como el edil Sanjuán señalaron que es un debate todavía por celebrar en el seno del gobierno municipal.

La portavoz del grupo popular, María José Catalá, denunció a la vista de las cifras de multas de tráfico que «llama poderosamente la atención. En uno de los años más difíciles para nuestra economía, el Gobierno de Compromís y PSPV se ha dedicado a aumentar la recaudación en la ciudad a través de los vecinos».

En su opinión, el Rialto «en ningún momento de la pandemia se planteó bajar los impuestos, ni dedicar esa abundante recaudación a los vecinos, sino los bancos. En una época donde nuestros hosteleros se han visto obligados a cerrar, con la mayor subida del precio de la luz y del gas en años, Ribó y PSPV se han dedicado a dos cosas: a multar y acumular millones de euros en la hucha». Así se refirió a que desde el 1 de enero de 2020, el saldo en las cuentas bancarias del Consistorio se haya duplicado prácticamente con 75 millones más y un total de 154 millones.