Valencia alerta que las mejoras en el riego reducen caudal para la Albufera

Las alegaciones del Ayuntamiento al plan de reparto de agua de la Confederación Hidrográfica del Júcar para el periodo 2021-2027 intenta desmontar el argumento de que la modernización de regadíos en el parque de la Albufera beneficia a los caudales que llegan al lago. Todo lo contrario, según argumentan los técnicos municipales.

«La principal entrada procede del sistema de riego de la Acequia Real del Júcar, que hasta los años 80 aportaba una media de 308 hectómetros cúbicos sobre un total de 395 de excedentes fluviales», se indica en el documento al que ha tenido acceso LAS PROVINCIAS.

Con estos antecedentes, considera el Ayuntamiento a la confederación, «no son aceptables» ciertos planteamientos como cuando desde la entidad estatal se indica que «la modernización de los regadíos de la Acequia Real del Júcar no sólo no supondría una disminución de recursos hídricos a la Albufera sino un incremento de unos ocho hectómetros cúbicos al año».

Para el Consistorio, tales conclusiones «resultan inadmisibles. Como ya se ha manifestado en otras ocasiones, además de la reducción de sobrantes al humedal que viene produciéndose desde los 90, con la puesta en funcionamiento de la infraestructura del riego en alta en 2005/06, se ha producido una dramática caída de las aportaciones invernales al lago, inexistentes desde ese año, y que las sitúan por debajo de la experimentada en la severa sequía de 1995/96».

«La modernización conlleva el final de las aportaciones de los excedentes de riego que transformaron el lago de agua salobre en el estuario del Júcar y que lo han mantenido durante los últimos siglos. El riego por goteo supone el abandono del riego a manta y la distribución de caudales por el canal en lámina abierta», se indica en la alegación.

La «guerra» por el agua sigue a lo largo de todo el documento de alegaciones, que persigue la garantía de caudal suficiente para la conservación del lago, su fauna y su flora. «De hecho, las únicas aportaciones destacables de los últimos 15 períodos de 'perellonà' se han producido gracias a la necesidad de desembalses técnicos para cumplir con el volumen de resguardo en el plan del embalse de Tous», se indica.

«Se hace evidente pues que los ahorros para uso ambiental de la Albufera que la modernización supuestamente va a generar no son tales, puesto que se tratará de caudales que ya se han restado del balance del humedal; y las medidas que se proponen de ninguna manera son suficientes». Se añade que la propuesta que está sobre la mesa se limita a establecer que «se podrán» utilizar, por tanto, sin garantía alguna.

La «sequía técnica» se extiende más allá del invierno, abarcando a juicio de los técnicos del Ayuntamiento casi todo el periodo de parada del cultivo arrocero, ya que la «derivación de caudales en alta apenas genera retornos o excedentes, que sólo se recuperan hacia finales de marzo, cuando se vuelve a derivar por el canal en lámina abierta para atender los riegos de las zonas aún sin modernizar y el arrozal».

Esta es la razón de que aunque «notablemente mermado, el arrozal siga recibiendo suficiente caudal para completar su ciclo, del que se beneficia el humedal en verano. En los cinco meses que dura este cultivo, aunque sólo se ha modernizado algo más del 35% de los riegos, se consume cerca del 85% del volumen anual susceptible de generar algún excedente aprovechable».

Para los siete meses de otoño e invierno restantes apenas queda recurso disponible. «En esta época el lago se alimenta únicamente de la lluvia, del alcantarillado y de los efluentes de las estaciones de depuración, que entran regularmente». Para los técnicos «no se puede ignorar las funestas consecuencias que la implantación del riego localizado en toda la superficie proyectada, sin medidas que aseguren caudales de calidad y periodos de inundación suficientemente extensos para el lago».