Valencia bonificará un 20% a quien se instale placas solares en casa

La ciudad de Valencia hace diez años que firmó el Pacto de los Alcaldes para el Clima y la Energía, un gran acuerdo entre los primeros ediles de las ciudades de Europa como compromiso para mitigar los efectos del cambio climático. Pero después de una década, la ciudad de Valencia está lejos de alcanzar los objetivos marcados por la Unión Europea, que debería de haber cerrado el 2020 con un 20% menos de producción de gases efecto invernadero. La ruta europea se complica con el paso del tiempo y para el 2030 se exige una reducción de estos gases en un 40% y promover las fuentes energéticas renovables en un 30% en las ciudades.

Joan Ribó se justifica por el retraso en los objetivos. Ha asegurado este jueves que la legislación estatal durante su anterior mandato como alcalde era una piedra en el zapato para adoptar medidas y empezar a recorrer esta senda de la energía renovable por lo que en sus primeros cuatro años se centró en la movilidad sostenible, ya que señala el trasporte como uno de los principales focos de emisión de gases invernadero. «Con el nuevo gobierno ha llegado un cambio legislativo importante que hace posible que se pueda rentabilizar la instalación de placas fotovoltaicas», se ha justificado.

Así, en rueda de prensa esta mañana ha anunciado la bonificación en el recibo del IBI para los hogares valencianos que inviertan en esta instalación pero será en función al valor catastral. A mayor catastro menos bonificación. El Ayuntamiento modifica así una medida que ya estaba en vigor, la bonificación del IBI en el 50% para estas instalaciones pero pasará de ser de 3 a 10 años para viviendas con un valor catastral de 75.000 euros. Según ha asegurado el primer edil la media en Valencia está en los 45.000 euros de catastro por lo que el 90% de las viviendas en la ciudad podría adquirir esta rebaja.

En total, la ayuda será para el 20% de la instalación. Según el concejal de Emergencia Climática, Alejandro Ramón, la bonificación máxima estará en diez años, hasta cumplir con el 20% del coste total: «Pondré un ejemplo; para un particular que instale placas de 3 kilovatios y se gaste 3.000 euros y en función al catastro de su vivienda cumple con la bonificación a 10 años, cada año se descontarán 100 euros hasta el sexto año cuando se hayan descontado los 600 euros que suponen el 20%», ha explicado el edil.

El Ayuntamiento hace su previsión y quiere que en una década un tercio de la ciudad se haya pasado al autoconsumo y aunque asume que esta medida supone una bajada de la recaudación municipal, el gobierno lo plantea como una inversión. «Supone 5 millones de euros menos para al Ayuntamiento en diez años pero queremos plantearlo como una inversión en renovables», ha dicho el concejal de Hacienda, Borja Sanjuán. Según los cálculos del propio Ayuntamiento los ciudadanos notarán una bajada en sus facturas y podrán empezar a amortizar la instalación entre los cinco y ocho años de su puesta en marcha.