Un grupo de estudiantes Erasmus en el campus de Tarongers. JESÚS SIGNES

Valencia, ciudad Erasmus

La ciudad mueve unos 8.000 estudiantes entre los que vienen y los que se van con la UV y la UPV están entre las cuatro universidades españolas que más estudiantes extranjeros atrajeron durante el curso pasado

Pablo Alcaraz, María Asad

Viernes, 13 de octubre 2023, 00:24

Miles de alumnos de toda la Comunitat se encuentran ya en sus respectivos destinos de Erasmus para este curso. Asimismo, otros tantos estudiantes extranjeros se han afincado en Valencia antes incluso del comienzo de las clases. El fenómeno Erasmus mueve a unos 8.000 estudiantes ... en la capital del Turia. La ciudad se ha convertido en uno de los principales destinos para el alumnado Erasmus con la Universitat de València (UV) y la Universitat Politècnica de València (UPV) como principales focos de atracción y exportación de jóvenes universitarios.

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Ambas instituciones obtuvieron la segunda y la cuarta plaza en número de movilidades Erasmus de todos los centros de enseñanza postobligatoria de España durante el curso pasado. El ranking fue elaborado por el Servicio Español para la Internacionalización de la Educación (SEPIE), un organismo dependiente del Ministerio de Universidades que para este año eleva el número de estudiantes erasmus que van a recibir ambos centros universitarios. La UV contará con 2.019 alumnos del programa, tercera a nivel nacional en cuanto al número de movilidades, y la UPV tendrá otros 1.674, una cifra que la deja en quinta posición.

La iniciativa conocida bajo el nombre Erasmus+ está impulsada por la Unión Europea y tiene como objetivo principal ampliar y mejorar las perspectivas profesionales de los estudiantes que participan en el programa. Asimismo, esta experiencia académica permite impulsar el desarrollo de los recursos humanos y la capacidad de cooperación internacional de los centros de enseñanza superior a través del aumento de la movilidad entre los estados miembros de la Unión así como de terceros países.

La experiencia Erasmus es muy conocida entre el estudiantado, ya que brinda la oportunidad de salir del nido familiar para enfrentarse ni más ni menos que a la vida en un país extranjero. Según los datos facilitados a este periódico por el SEPIE y la Conselleria de Educación de la Generalitat Valenciana, un total de 4.210 estudiantes universitarios de la Comunitat participan en el programa Erasmus de este curso. Los destinos más solicitados por los valencianos son Italia, Polonia, Alemania y Portugal. La península itálica tiene algo que cautiva a los jóvenes valencianos porque casi uno de cada tres ha elegido vivir su experiencia académica en tierras italianas. La Universitat de València, con 1.759 alumnos, y la Universitat Politècnica, con 1.038, son los centros de enseñanza postobligatoria de la Comunitat con el mayor número de estudiantes inscritos este año en el Erasmus.

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Arzum, estudiante erasmus de Magisterio en la UV. JESÚS SIGNES

 

Arzum tiene 26 años y es una estudiante alemana de Magisterio que se encuentra de Erasmus en la UV. Zelal también es germana, tiene 24 años y cursa Administración y Dirección de Empresas, coloquialmente conocida como ADE, en la UPV. Ambas jóvenes acuden a la asociación Happy Erasmus que presta ayuda en materia de integración con la ciudad para que los recién llegados puedan encontrar piso o puedan resolver las dudas que les puedan surgir a la hora de usar el transporte público. Cada curso pasan por su oficina de la calle Ramón Llull unos 5.000 alumnos nacionales e internacionales para apuntarse a las distintas actividades deportivas, viajes o planes de ocio que organizan desde la entidad.

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«La gente, la cultura y la comida son muy auténticas y me gustan mucho», explica Arzum mientras su compatriota asiente. Ella estudia en la universidad Johannes Gutenberg de Maguncia y cursará el primer semestre de clases en el campus de Tarongers. La joven alemana confiesa que le ha gustado tanto la ciudad que activará la prórroga para extender su experiencia Erasmus a todo el curso. Zelal acabó en la UPV después de haber tenido que elegir entre la capital del Turia y la capital condal. Esta aficionada a la música española se decantó por Valencia después de la propuesta del coordinador de la RWTH Aachen University, el centro universitario de Aquisgrán. La joven declina mudarse definitivamente a la ciudad ahora mismo porque su familia la espera en Alemania, pero deja la puerta abierta a venirse dentro de unos años años: «Ahora mismo no me veo aquí, pero en un futuro por qué no». Las dos jóvenes alemanas resaltan tanto la limpieza como la seguridad de Valencia y la califican como la mejor ciudad europea en la que han estado.

Zelal, estudiante erasmus de Administración y Dirección de Empresas en la UPV. JESÚS SIGNES

 

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Valencianos por Europa

En la otra cara de la misma moneda se encuentran los estudiantes Erasmus que reciben anualmente las universidades de la Comunitat. La ciudad de Valencia se ha convertido un destino fetiche para el alumnado europeo. Un total de 2.167 universitarios europeos pasarán por las aulas de la Universitat de València a lo largo del curso: 1.462 en el primer cuatrimestre, 49 en el segundo y 656 que cursarán el Erasmus el año entero. Por su parte, la Universitat Politècnica de València no tiene los datos relativos a este curso. Sin embargo, fuentes del politécnico advierten que serán similares o algo superiores a las registradas el año pasado. En 2022, cerca de 1.588 alumnos Erasmus se matricularon la UPV. Los estudiantes europeos y los valencianos presentan algunas diferencias a la hora de realizar los Erasmus. Mientras que la mayoría de los extranjeros suelen llegar en el primer cuatrimestre, los valencianos prefieren cursar todo el año fuera.

Una de las valencianas que se ha lanzado a la aventura europea es Ivana Lamberto. Esta estudiante de tercer curso de Magisterio Infantil tenía claro desde el momento en el que entró a la universidad que esta experiencia iba a ser imprescindible en su crecimiento personal. Antes de partir hacia Letonia, la joven reconocía que la asaltaba un miedo recurrente entre quienes se aventuran a enfrentarse a un país desconocido. De hecho, antes de su marcha, Ivana comentaba que le daba respeto hacer la maleta. «Vivir esto supondrá aprender a llevar la soledad, tener que hacer un círculo social de cero y dejar atrás mi zona de confort», comenta.

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Ivana Lamberto, estudiante de Magisterio Primaria participante en el Erasmus 2022-2023. DAMIÁN TORRES

El coste de la experiencia es otro de los puntos que condiciona a muchos estudiantes a la hora de elegir si realizar un Erasmus. Como es obvio, cuantos más meses se alargue la estancia, más caro será el importe final. «Los billetes de avión han sido más de doscientos euros y una habitación individual en una residencia, con calefacción y baño, cuesta unos 400 euros al mes», afirma. La estudiante valenciana comenta que los pagos se realizaban mediante transferencias, la primera de ellas de 800 euros con el depósito, y la posibilidad de acoger a gente, siempre y cuando paguen una pequeña cuota a la residencia estudiantil.

Los precios variarán en función del país de destino y su coste de vida. Para ayudar a los alumnos en su viaje, la Unión Europea ofrece a los estudiantes un cantidad abonable mensualmente en función del lugar en el que pases la estancia. Para ello, según señala SEPIE en su último informe del 2023, se ha segmentado en tres grupos los países miembros de la UE según el coste de vida que tengan. De esta manera, el primer grupo tendrá asignados 350 euros y estará compuesto por países en los que vivir es más caro, como son Dinamarca, Finlandia, Irlanda, Islandia, Liechtenstein, Luxemburgo, Noruega y Suecia; el segundo ofrecerá 300 euros para Alemania, Austria, Bélgica, Chipre, España, Francia, Grecia, Italia, Malta, Países Bajos y Portugal; y el tercero 250 euros para República de Bulgaria, República Checa, Croacia, Eslovaquia, Eslovenia, Estonia, Hungría, Letonia, Lituania, Macedonia del Norte, Polonia, Serbia, Rumanía y Turquía.

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Ana Ripollés está de vuelta de su periplo europeo. Esta estudiante de Administración y Dirección de Empresa formó parte de los 4.251 alumnos valencianos que se fueron de Erasmus en el pasado curso. «El Erasmus me dio la oportunidad de viajar a todas las capitales escandinavas», destaca la joven. Durante los meses que pasó en Dinamarca, Ana viajó a otros cinco destinos diferentes. Nadie lo diría, teniendo en cuenta la timidez y el gran miedo a volar con los que contaba. «El Erasmus me ha hecho crecer de muchas maneras», añade. Además de todo ello, la experiencia le resultó tan satisfactoria que Ana quiere irse a vivir a Copenhague, la capital danesa.

Los estudiantes pueden elegir entre si pasar cuatro, seis o hasta nueve meses en el país que tienen asignado como destino. En su caso, Ana se lanzó a la aventura al estudiar fuera durante un curso entero. Cuando era tan solo una niña, ella misma realizó un intercambio a Irlanda y, después de sus dos experiencias viviendo fuera de España, asegura haber aprendido que «en el momento en el que te acostumbras a vivir fuera, es cuando te toca volver». Una vez probada la experiencia en sus años de universitaria, confirma que se hubiera arrepentido si se hubiera tenido regresar antes. El primer cuatrimestre fue un periodo de adaptación para conocer gente y saber cómo era la vida universitaria en Dinamarca, pero no fue hasta el segundo cuando se sumergió de verdad en la cultura danesa.

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Ana Ripollés, estudiante de ADE y alumna Erasmus durante el pasado curso. JOSÉ LUIS BORT

De sus primeros pasos por la fría Dinamarca, Ana recuerda todo el papeleo burocrático que tuvo que tramitar nada más llegar, como por ejemplo, el permiso de residencia escandinava o la seguridad social: «Nada más llegar sólo te dedicas a hacer gestiones». Después de los primeros días, la joven valenciana pudo hacer muchas actividades de integración para conocer la ciudad o a más gente de intercambio. En una de esas, Ana decidió apuntarse a un cursillo que la universidad recomendaba para aprender danés durante la primera semana. La iniciativa del aprendizaje de lenguas en línea es un apoyo que ofrece el programa para que los participantes aprovechen la experiencia al máximo.

Ana desvela algunos de sus secretos para pasar un Erasmus con los menores gastos posibles. Para ahorrar en los desplazamientos, se pueden usar tarjetas mensuales en los servicios de transporte o hacer uso de la bicicleta. En el caso de la vivienda en el norte de Europa, los precios de los pisos son más asequibles que los de las habitaciones de residencias. A ello se le añade la ubicación del inmueble ya que, si está situado en las afueras, el alquiler será menor que si lo está en pleno núcleo urbano. Por último, para aquellos que busquen exprimir la experiencia al máximo viajando por países vecinos, Ana recomienda «buscar alojamientos más baratos y aprovechar que los vuelos son más asequibles por la buena conexión con el resto de Europa».

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