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Parálisis. Atasco. Colapso. Las consecuencias de la riada más devastadora de la historia de Valencia todavía se han hecho notar en las calles y avenidas de suroeste de la ciudad cuarenta y ocho horas después de la catástrofe. Desde primera hora de la mañana de hoy, los carriles de los principales accesos y salidas que circunvalan la capital del Turia se han visto inundados por una ingente cantidad de vehículos. Y es que vías como la A-3, la V-30 o la pista de Silla han amanecido plagados de coches y camiones provocando que miles de conductores quedaran atrapados entre una densa masa de carrocería. Incluso dentro de la propia ciudad se han visto escenas de saturación vial y es que en determinados puntos como el Camí Nou de Picanya, y pese a los intentos de la Policía Local por poner algo de orden, vehículos de emergencias como camionetas de la Unidad Militar de Emergencias (UME) y ambulancias han visto imposibilitado su paso preferente para auxiliar a los localidades del sur más azotadas por el temporal.
En la tarde de este jueves se registran hasta 30 kilómetros de atascos en las principales vías de entrada y salida a la ciudad que permanecen abiertas. En la Pista de Silla, por ejemplo, hay hasta 9 kilómetros de retenciones, en la A3 cuatro más a la altura de Buñol mientras que en la V-30 también hay colapsos en distintos puntos.
El caos viario en el que se han visto sumidos muchos valencianos y vecinos de los municipios del área metropolitana para ir a trabajar no fue cosa minuta y la indignación al volante crecía a menudo que ha ido avanzando la jornada. Algunos conductores han mostrado su resignación por haber llegado tarde a trabajar y han denunciado la existencia de interminables colas de vehículos entre bocinazo y bocinazo del claxon. Entre los atascos más llamativos que se han producido desde primera hora de la mañana se encuentra el formado entre el Bioparc y la salida a la carretera por el Camí Nou de Picanya, hasta que se ha decretado su corte a las 12.50: «He estado media hora parado enfrente del zoo», clamaba uno de los conductores atrapados.
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Tres cuartos de lo mismo les ocurrió a los conductores que transitaron ayer por la avenida del Cid, uno de los puntos más críticos del colapso, especialmente cuando los viales alcanzaban la altura del Hospital General. En las inmediaciones del centro clínico confluyeron dos grandes volúmenes de tráfico proveniente del norte de la ciudad como de la propia la avenida del Cid para tratar de salir por el sur. «He tardado 45 minutos en recorrer un tramo que normalmente se hace en tan sólo cinco», expresaron con cierto pesar algunos conductores habituales de la zona.
Con el avance de la mañana, el Centro de Gestión del Tráfico de Valencia confirmaba una buena noticia y es que a las 10.45 se hizo efectiva la reapertura de la salida de la capital del Turia por la pista de Silla. No obstante, la medida venía acompañada de controles policiales intermitentes en función del tráfico que hubiera en diversos tramos para evitar la congestión excesiva de una de las vías más castigadas por la DANA.
Sin embargo, con la llegada de la tarde, el ente encargado de la gestión del tráfico en la ciudad dio a conocer nuevos cortes viarios que vinieron a agravar el colapso circulatorio que llevaba azotando la zona sur de Valencia durante toda la jornada de ayer. A las 16.09 horas, el Centro de Gestión del Tráfico comunicó la supresión de la circulación tanto en la CV-36, desde la avenida Tres Cruces, como el paso de vehículos por la V-31 a partir de la rotonda de los Anzuelos.
Cabe recordar que la CV-36, más y popularmente conocida como la autovía de Torrente, une Valencia con la A-7. Es decir, es un eje vial que comunica la capital del Turia con las poblaciones del sur como Picanya, Paiporta, Torrent, Alaquàs y Aldaia, todas ellas entre las zonas más golpeadas por el temporal. Inicia su recorrido en la rotonda que se sitúa en la confluencia entre las avenidas Archiduque Carlos, Tres Cruces y la salida de la ciudad hacia el Camí Nou de Picanya.
Asimismo, en la misma comunicación vespertina, el Centro de Gestión de Tráfico municipal también aprovechó para cortar el paso de vehículos al inicio de la calle San Vicente Mártir desde Doctor Tomás Sala, una afección que algunos de los conductores que transitaron por la zona una vez pasado el mediodía de ayer aseguraron que golpea con especial virulencia a quienes decidieron coger el volante por la Ronda Sud. De hecho, algunos de los conductores que venían de la zona más golpeada por la DANA tuvieron que permanecer unas tres horas de reloj para poder realizar con éxito el trayecto entre Paiporta y Valencia. La plataforma Google Maps explica que para cubrir el trayecto de 9 kilómetros que separan la plaza del Ayuntamiento de Valencia con el centro de Paiporta se tardarían aproximadamente menos veinte minutos sin contar los incidentes y retrasos provocados por la devastación de la DANA.
En cuanto a la magnitud de la afección de estos cortes de tráfico, tanto los mapas de intensidades de paso de vehículos diario monitorizados mensualmente por el Ayuntamiento como en el mapa de tráfico en tiempo real, actualizado minuto a minuto por el Consistorio son lo suficientemente clarificadores para explicar y tratar de cuantificar la cantidad de conductores afectados.
El atasco de la avenida del Cid, a la altura del Hospital General, es un buen ejemplo para demostrar la envergadura de este caos vivario sufrido por muchos valencianos y residentes en el área metropolitana. Según el Servicio de Movilidad municipal, unos 47.565 turismos se habrían visto parados o habrían tenido que ralentizar su marcha cuando procedían del centro de la ciudad. A esta gran cantidad de vehículos cabría sumarle los 95.460 coches que venían desde el Paseo de la Petxina. Además, en la confluencia de ambas masas de automóviles, frente al centro hospitalario donde da comienzo la avenida de Tres Cruces, cerca de 61.867 vehículos se vieron damnificados. En el segundo tramo de la misma vía, una vez pasada la intersección de Tres Forques, la cuantía de afectados equivaldría a los 54.586.
No obstante, el colapso vivido en la puerta de salida hacia la autovía de Torrent a través del Camí Nou de Picanya se vio incrementado de manera notable por la presencia de más de 30.000 coches que suelen emprender la avenida Archiduque Carlos. La vía que da acceso a la CV-36 ostenta unos dígitos nada desdeñables en lo que al tráfico diario se refiere, puesto que circulan por sus carriles 70.486 turismos jornada tras jornada.
La decisión de cerrar el tramo inicial de la calle San Vicente Mártir, una de las principales arterias que vertebral el tráfico viario de Valencia, desde la Ronda Sud fue una decisión que, a pesar de ser de un calado menor y de tener, a priori una repercusión más pequeña sobre los conductores del sur en su acceso al centro, también se notó de lo lindo. Y sino que se lo digan a quienes querían encarar la vía a partir de Doctor Tomás Sala.
A la avenida San Vicente Mártir entran a diario casi 21.000 vehículos que a partir de la tarde de hoy ya no pudieron hacerlo por lo que las cifras cayeron sustancialmente. Por otro lado, en el citado tramo de Fernando Abril Martorell pasan diariamente unos 43.100 automóviles por los casi 35.000 del Doctor Tomás Sala.
Por su parte, el mapa interactivo del Ayuntamiento con el que los conductores pueden ver el estado de congestión viaria en el que se encuentra la ruta que quieren hacer presentó una fotografía casi fija en la jornada de hoy desde primera hora de la mañana hasta la noche. Los escasos movimiento que ha presentado han sido para anunciar nuevos cierres de vías como consecuencia de la DANA y azote sobre los municipios del sur de Valencia.
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