Valencia ansía ser capital verde europea... con más de 3.600 alcorques vacíos

El alcalde de Valencia, Joan Ribó, se ha mostrado este viernes muy satisfecho de que la ciudad sea finalista para ser Capital Verde Europea 2024. La ciudad se ha convertido oficialmente en finalista para lograr el título junto con Cagliari (Italia). «Nos consolidamos como el referente europeo mediterráneo de las políticas sostenibles», ha dicho Ribó. Sin embargo, la oposición le ha recordado algunos datos sobre los árboles de la ciudad, como que hay 3.616 alcorques vacíos, lo que significa un 41% más que hace dos años, según datos del grupo municipal popular. De hecho, en un único año se han perdido 600 árboles.

«En pocos años hemos conseguido cambiar la imagen de la ciudad y ahora se postula con parámetros de innovación y sostenibilidad», ha destacado Ribó. De aquí a tres meses, Valencia defenderá sus valores medioambientales ante el jurado reunido en el municipio francés de Grenoble, que es la actual Capital Verde Europea. El alcalde ha subrayado que este «no es solo un trabajo del gobierno», sino un esfuerzo conjunto de todos los servicios municipales implicados, con el apoyo de «la inmensa mayoría de concejales y concejalas de la corporación y muchas instituciones valencianas».

En este sentido, la portavoz municipal del PP, María José Catalá, ha denunciado la situación de abandono que sufren las calles de los barrios, donde «el ritmo de replantación de arbolado en las calles contrasta con la zonas con alcorques vacíos y la mayoría de ellos llenos de suciedad y hierbas que crecen sin control invadiendo las aceras y calzadas». El PP ha reclamado al Gobierno municipal un plan para atajar esta situación y conocer cuáles son los barrios donde más alcorques vacíos hay para comenzar a revertir la situación de dejadez que presentan muchas de las calles de la urbe.

«Es necesario mejorar el aspecto de Valencia, nuestra ciudad merece un mayor cuidado, y para ello se requiere un giro en la política medioambiental», ha dicho Catalá, que gracias a o la premisa de fomentar la biodiversidad y la renaturalización, el Gobierno municipal ha conseguido «el descontento general de los valencianos con el aspecto que presentan muchos parques y jardines de la ciudad», según la portavoz del PP.

El grupo municipal popular ha presentado iniciativas para mejorar el estado de los jardines, la limpieza y cuidado de alcorques, así como la poda de arbolado en prácticamente todos los distritos de la ciudad. Este mes han propuesto que se realicen actuaciones concretas en los barrios de Aiora, Cruz Cubierta, Morvedre y Ciutat Jardí. El pasado mes se presentaron iniciativas en Nazaret, Na Rovella y el Cabanyal-Canyamelar. Catalá ha destacado que las quejas vecinales «por el mal estado de los espacios verdes de la ciudad no dejan de aumentar mes tras mes y es necesario realizar una actuación integral de limpieza y mejora de los espacios verdes urbanos».

Sorprende que dos dirigentes políticos hablen de forma tan distinta del mismo hecho. El Ayuntamiento está encantado con su política verde. Tanto es así que el vicealcalde de Valencia, Sergi Campillo, ha destacado que a pesar de la complejidad de este reto, «las condiciones de partida son inigualables». Como ejemplos del «buen currículum de Valencia», Campillo se ha referido al Parque Natural de la Albufera, el Jardín del Túria, la huerta periurbana, la infraestructura verde, las iniciativas de movilidad sostenible, las actuaciones de recuperación del espacio público y las mejoras en la gestión de residuos urbanos. Para el vicealcalde, el avance en el proceso de selección «es una señal» de que la ciudad está «en el buen camino hacia la sostenibilidad» y de que «las políticas verdes son irreversibles y hay que afianzarlas en las próximas décadas».

Como dato curioso, tal como ha informado el Consistorio en un comunicado, será la primera vez que la distinción de la Capital Verde Europea recaerá en una ciudad del sur del continente, dado que hasta el momento sólo habían sido nombradas ciudades del norte. Se han quedado fuera del proceso Murcia, Prato (Italia), Florencia (Italia), Cracovia (Polonia), Sofía (Bulgaria) y Kosice (Eslovaquia).

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