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El serpenteo de los majestuosos dragones chinos y el contundente sonido de los gong ha vuelto a tomar las calles del centro de la ciudad para encandilar a miles de valencianos, que este sábado por la tarde han decidido dar una calurosa bienvenida al año de la serpiente de madera. Un año de crecimiento y muy buenas perspectivas para la comunidad china, que volvió a sacar todo su arsenal de indumentaria y bailes tradicionales para encarar la entrada al nuevo año de la mejor manera posible.
La duodécima edición de la Gran Cabalgata del Año Nuevo Chino, organizada por la Federación de Asociaciones Chinas de la Comunidad Valenciana, sólo ha sido un anticipo, ya que la entrada oficial en el nuevo año se celebra el próximo martes por la tarde. Sin embargo, los cerca de 900 participantes en el desfile han sido capaces de trasladar al público ese ambiente festivo que ya comienza a ser tradición a finales de enero por la calle Pelayo y sus paralelas. «La gente ya se acuerda de que hay una cabalgata china antes de Fallas y después de Reyes. Es un año muy interesante porque ya completamos el ciclo. Son doce cabalgatas y son doce animales», ha explicado Vicente Andreu, director del Instituto Confucio de la Universitat de València.
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Nadie quería perderse el espectáculo. Incluso el embajador chino en España, tras su reunión con una representación del sector empresarial valenciano, ha acudido a la celebración que marcaba el inicio del año 4723 según el calendario tradicional. Tras una mañana repleta de actividades, con talleres, actuaciones o exhibiciones de caligrafía en la plaza del Ayuntamiento, el plato fuerte de la jornada era la cabalgata, cuyo inicio se remonta al año 2012.
De hecho, acceder hasta la calle Pelayo comenzaba a ser un desafío desde antes de las 17.30, hora en la que ha comenzado el desfile. Valencia tenía ganas de volver a disfrutar de los bailes tradicionales de leones y dragones protagonizados por todo tipo de organizaciones vinculadas a la cultura china.
Desde Vila-real llegaba medio centenar de alumnos de una escuela de artes marciales para participar «un año más» en el desfile. Como ellos, centenares de jóvenes y mayores se han encargado de transportar un pedacito de Pekín al centro de Valencia con su ya tradicional y multitudinaria cabalgata antes de comenzar un año de gran importancia en la cultura china. «La serpiente es la hermana pequeña del dragón. Para la cultura china, la serpiente tiene muy buenas perspectivas, porque son muy pacientes, inteligentes y saben cuándo deben actuar».
Al paso de la comitiva encabezada por uno de los múltiples dragones rojos había reacciones de todo tipo: los más pequeños estaban entre la alucinación y el miedo, mientras lo más mayores reconocían con aplausos no solo la originalidad, sino también el compromiso mostrado por la comunidad china con la ciudad de Valencia y todas las localidades afectadas por la dana. «Les afecta todo lo que pasa aquí porque son uno de nosotros. Ellos se han ayudado entre ellos y también han ayudado a los propietarios de tiendas afectadas», comentaban desde el Instituto Confucio.
Tras superar la calle Pelayo, núcleo de la comunidad China en la ciudad de Valencia, la comitiva continuaba por las calles de Xàtiva y Marques de Sotelo hasta llegar a la plaza del Ayuntamiento, donde los decibelios aumentaban. El año de la serpiente de madera ya ha comenzado en Valencia.
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