Valencia pierde más de 330 plazas de la ORA desde la llegada del tripartito

La ciudad ha perdido más de 330 plazas de aparcamiento en zona azul desde 2015, tal como denunció ayer el concejal del grupo municipal popular Alberto Mendoza tras una respuesta de la concejalía de Movilidad Sostenible. «El alcalde ha reducido las plazas de aparcamiento desde el año 2015 en más de 330 en zona azul y zona naranja y esto se ha debido principalmente a una mala planificación a la hora de la ejecución de carriles bici», lamentó el edil, que dijo que 79 de esas plazas han desaparecido con la construcción de viales para las bicicletas.

Mendoza recordó que en el año 2017 aumentó la flota de vehículos en la ciudad respecto al año 2016 pese al empeño de «ahogar al vehículo privado», según dijo. El censo del parque móvil pasó de 455.870 a 459.119 entre los años 2016 y 2017. Pese a eso, lamentó Mendoza, al primer edil no parece importarle «el aparcamiento de los residentes ya que desde el inicio del mandato tripartito lo único que se ha hecho es mirar a otro lado y reducir el aparcamiento en superficie. Debería haber aumentado paulatinamente la zona naranja en la ciudad y especialmente en el centro pero está haciendo todo lo contrario», dijo.

«Su idea de movilidad tal como ha dicho siempre parte de la premisa de que aparcar no es un derecho. Parece no darse cuenta de que es el alcalde el que tiene la obligación de gestionar todas las áreas de la ciudad y entre ellas la de dar solución efectiva a la solicitud de aparcamiento para los vecinos», comentó Mendoza.

El edil mostró su preocupación al no saber cuál es el modelo de ciudad de Ribó y recordó que las grandes urbes tienen como mínimo el 80% de sus plazas de aparcamiento en superficie reservadas para residentes. Para finalizar el edil popular apuntó que el Plan de Movilidad Urbana aprobado por el anterior gobierno municipal «recoge la necesidad de crear más estacionamientos en zona naranja».

La nueva ordenanza de movilidad, por su parte, prevé la creación de nuevas zonas verde, únicamente para aparcamiento de residentes, en barrios como Ruzafa, El Carmen o Benimaclet, una medida que fue recibida de maneras distintas en cada uno de los barrios, que sin embargo sí reconocen los problemas para aparcar que sufren.