Valencia también prohibirá la apertura de hoteles si las plazas turísticas superan el 8% de los vecinos empadronados por distrito

Porque más allá del límite del 2% de apartamentos por viviendas en cada barrio, la nueva norma establece también que las plazas turísticas (apartamentos, hoteles, pensiones...) no podrán superar el 8% de vecinos empadronados por cada distrito y barrio. Y existe incluso otro veto mayor. Los apartamentos (en este caso sólo estos establecimientos), en ningún caso podrán superar el 5% de viviendas por manzana. Y en cuanto a los bajos comerciales, el 85% de los existentes en cada manzana tendrán que tener un uso comercial, «cafeterías, comercios, panaderías, farmacias... en un porcentaje suficiente para que el comercio siga en el barrio», como ha detallado Juan Giner.

La nueva normativa tardará aún (sin precisar tiempo por el Ayuntamiento) en entrar en vigor, pues debe pasar aún una ronda de consultas con vecinos, entidades turísticas y partidos políticos, como ha explicado el concejal. Tendrá que pasar luego dos veces por pleno y no verá la luz hasta que no esté en vigor la Ventanilla Única Digital de Arrendamientos, la plataforma que debe orquestar el Gobierno y que pretende acabar con la duplicidad de instancias, licencias y registros, una amalgama que dificulta el control de estos establecimientos.

La norma afectará a toda la ciudad de Valencia, incluidas las pedanías, a excepción de Ciutat Vella que tiene su propia regulación aprobada por el actual gobierno y que actualmente tiene suspendida la concesión total de nuevas licencias. El concejal de Urbanismo ha detallado lo que él ha llamado «cinco filtros o candados» que regirán la nueva normativa. El primer control prohibirá la implantación de nuevas plazas turísticas en los distritos que superen el 8% de número de plazas turísticas (hoteles y apartamentos) respecto el número de vecinos en el distrito

El segundo nivel de «protección de los vecinos» se aplicará en aquellos barrios que superen el 8% de número de plazas turísticas (hoteles y apartamentos) respecto el número de vecinos empadronados en el distrito.

«Para evitar la pérdida del uso residencial en la ciudad y su sustitución por el uso turístico de forma generalizada», se establece una tercera protección de la vivienda: el número de apartamentos turísticos no podrán superar el 2% del número de viviendas residenciales de cada barrio. «La única limitación que hizo el anterior gobierno fue del 10% en el Cabanyal, ocho puntos por encima de la nueva limitación», como han subrayado desde el Consistorio

Cuarto candado. «Para evitar que las viviendas turísticas se concentren en una determinada zona de los barrios» se establece que las viviendas turísticas no pueden superar el 5% del total de las viviendas de una manzana de viviendas.

Y el quinto 'anillo': se limita al 15% de locales existentes en cada manzana de viviendas donde se puede desarrollar una vivienda turísticas. Es decir: el 85% de los locales estarán destinados «a otros usos terciarios: oficinas, restaurantes, bares, peluquerías, ópticas, farmacias, clínicas, etc», como ha indicado Giner.

En ningún caso será una medida retroactiva. El Ayuntamiento también planea aumentar las inspecciones para localizar los apartamentos ilegales (se calcula que son casi 10.000, frente a los algo más de 1.800 que existen con licencia municipal), pero «los pisos que estén legales y con licencia, no tienen nada que temer», ha puntualizado Giner, lo que deja esta normativa como una regulación más a futuro con los límites de los cinco 'candados' fijados por el Consistorio pero que no va a reducir la oferta actual, más allá de los que no cumplan la normativa.

La regulación se aplicará en toda la ciudad, incluidas las pedanías, con excepción de Ciutat Vella. «Este distrito seguirá con la normativa propia que posee ahora», como ha apostillado el concejal de Urbanismo. Esta incluye una prohibición total de nuevas licencias como consecuencia de la moratoria aprobada en mayo, una norma que el Consistorio también pretende extender al Marítimo, las dos zonas más castigadas por los apartamentos de la capital.

Los 'candados' no son la única novedad que recoge la norma aprobada este viernes por la Junta de Gobierno. El Consistorio buscará ahora incentivar fiscalmente la reversión para uso residencial de los apartamentos turísticos, Es decir, que existan desgravaciones o ventajas económicas para aquellos propietarios de pisos vacacionales que quieran reconvertirlos en viviendas. Giner no ha puntualizado cuáles serán en la rueda de prensa.

Eso sí. La entrada en vigor de esta innovadora y restrictiva tardará aún bastante en producirse. Debe pasar por el pleno del Ayuntamiento, para entrar después en la fase de exposición pública y alegaciones, instante en que regresará al pleno para su aprobación definitiva. Pero hay un escenario más para su puesta en marcha: debe ponerse en funcionamiento la Ventanilla Única Digital de Arrendamientos de España, que el Gobierno central promete a partir de julio. Hoy en día existe «una autentica disparidad en los números» respecto a los apartamentos en la ciudad, como ha lamentado el concejal

Así, según los datos del Ayuntamiento son 1.836 los que tienen licencia municipal. El registro de la Generalitat eleva los existentes a 5.848. Pero si echamos mano de la plataforma Transparent, que engloba a las plataformas que ofrecen alojamientos en internet, estos se disparan a los 11.612. Casi 10.000 en un limbo de ilegalidad que son los que persiguen los servicios de Inspección del Consistorio.

Según Giner, será con la llegada de la ventanilla única, con «un sistema transparente con el que tener los datos oficiales, lo que nos permita calcular la incidencia de los límites».