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Donde no llega la administración, llega la comunidad. No debería, porque hay cosas que solo debería hacer el Ayuntamiento, pero ante la decisión de la concejalía de Cultura Festiva de no sacar a concurso las sillas de alquiler al paso de la Cabalgata de Reyes que se celebra esta tarde en Valencia los vecinos han decidido tomar cartas en el asunto y desde primera hora decenas de sillas, algunas con el nombre de la familia que las ha puesto en la calle, descansan en la calle de la Paz para garantizarse un puesto de primera fila en el desfile que empieza a las 18 horas. Algo así como lo que ocurre con las sombrillas en la playa edición cabalgata.
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Tal como ha informado el concejal del grupo municipal popular Santiago Ballester, los vecinos han llegado al extremo de incluso acordonar zonas de la acera para garantizarse ese puesto de primera fila. «Es una prueba de que Ribó y Galiana se han equivocado eliminando las sillas. Los niños de Valencia se merecen mucho más», ha dicho.
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Este tipo de «reservas» de espacio ocurren en otros actos, como el Corpus Christi, y los vecinos del centro tienden a respetar las sillas que se sacan a la calle, en una suerte de contrato social entre ciudadanos.
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