Exterior de la catedral repleto de suciedad y pintadas. lp

El vandalismo ensucia los muros de la catedral de Valencia

El cabildo mantiene la petición de suprimir la zona verde para quitar las humedades que se filtran por el riego y mejorar las vistas al monumento Un espacio junto al jardín de la calle Micalet se convierte en letrina donde abundan las pintadas en una pared

PACO MORENO

VALENCIA.

Sábado, 26 de enero 2019, 01:07

Detrás de la puerta de los Apóstoles de la catedral hay un pequeño rincón al lado de los jardines que discurren a lo largo de la calle del Micalet. El vandalismo ha convertido este pequeño espacio donde se unen la arquitectura gótica y la neoclásica en una letrina. Sin matices, un lugar repleto de suciedad donde no faltan las pintadas en una plancha de metal de gran tamaño en una de las paredes.

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La asociación Círculo por la Defensa del Patrimonio denunció ayer el abandono de este lugar, a un par de metros de donde cada jueves se reúne el Tribunal de las Aguas en sus sesiones ya milenarias. Pero la situación cambia por la noche, cuando escasean los turistas.

«Esta esquina, ubicada tras la puerta gótica, permanece semioculta a los ojos de los turistas y paseantes que visitan el edificio», indicaron fuentes de la entidad, que atribuyeron la imagen tan degradante a «algún que otro caganer incivilizado».

Las mismas fuentes señalaron que basta con «acercarse a este pequeño hueco para comprobar que el olor nauseabundo e inaguantable. Orines y excrementos se acumulan en un lugar que se ha convertido en un retrete sin control alguno y que, por lo visto, no se limpia nunca».

Curiosamente, existen documentos del siglo XIV y XV donde el Cabildo pide a los habitantes de la Valencia medieval que tengan un comportamiento cívico en el exterior de la Seo por el mismo motivo. «Resulta lamentable que en pleno siglo XXI y en una sociedad supuestamente civilizada y respetuosa con su patrimonio, se use un Bien de Interés Cultural como baño público por parte de una serie de personas que no llegan ni al nivel de ciudadanos. Dada la ubicación del lugar, nos preguntamos a quién corresponderá limpiar esa zona de manera regular», comentaron. Fuentes cercanas al cabildo señalaron que la tarea suele realizarse por las brigadas de limpieza de la contrata municipal.

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Junto a la zona denunciada por la asociación, el jardín colindante con la calle Micalet también está en discusión. Salvador Vila, arquitecto conservador de la catedral, señaló ayer que desde hace años intentan la eliminación de los setos y el arbolado, entre otras razones para suprimir el daño de las humedades por capilaridad que sufre la fachada.

El experto recordó que en las reuniones con la Conselleria de Cultura «desde hace años, me dicen que el Ayuntamiento no querría, y cuando me reúno con los otros, me dicen lo mismo de la Generalitat. El caso es que no deciden nada». Además, comentó que el arbolado está «tapando gárgolas y ventanas góticas».

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La petición para que se quite el jardín está «plenamente vigente», precisó el arquitecto, que considera que la contemplación del monumento sería mucho más adecuada. Una capa elevada de tierra y el riego continuo completan el daño.

Eliminar postizos

La siguiente actuación pendiente en la catedral es la supresión parcial del muro de ladrillo que rodea la parte trasera de la Seo. La intención es dejar a la vista la arquitectura gótica y eliminar humedades que se filtran en la unión de la cubierta moderna con la original, en la sacristía. Vila reiteró que no se derribará todo, sino que se mantendrá la parte inferior, soporte de una verja metálica. «Queremos que se vea, pero sin alterar las dimensiones actuales».

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Las filtraciones de agua han producido daños desde hace décadas, lo que ha obligado incluso a trasladar reliquias guardadas en un gran armario de madera situado en una sala anexa a la sacristía. También ha ocurrido algo parecido con paredes y frescos, por lo que el cabildo se vio obligado a colocar una lona protectora en la cubierta.

La última decisión de la Conselleria de Cultura, comentó Vila, es que el Consell Valencià de Cultura emita un informe sobre el proyecto de derribo, lo que a su juicio acelerará la decisión. «Verán que es de sentido común, que el conjunto quedará mucho mejor», dijo.

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El cabildo tiene en marcha un proceso de recuperación repartido por fases, que de momento ha beneficiado a la capilla del Santo Cáliz, en el exterior, así como a las fachadas de la calle Barchilla y el acceso de la puerta de los Hierros, entre otros elementos. Además, hace unos años se amplió y reformó por completo el Museo Diocesano.

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