El vandalismo se ceba con la Lonja mientras las cámaras continúan sin aprobarse

«Se creen que el alféizar de la ventana de la Lonja es la barra de un bar». Los vecinos que viven junto al único edificio catalogado en Valencia como Patrimonio de la Humanidad están hartos de escándalos nocturnos y amaneceres con botellas y vasos alrededor del inmueble, donde está pendiente la colocación de cámaras de vigilancia desde hace más de un año.

La concejala de Cultura, Glòria Tello, aseguró ayer que el proyecto de videovigilancia está a la espera de ser aprobado, mientras que la Lonja cuenta con un vigilante privado las 24 horas. Pese a esta última circunstancia, los residentes insistieron en señalaron que ya es una costumbre que «los grupos se junten aquí; suelen llegar de un albergue o un hostal cercano y cuando van calentitos se ponen a hacer de todo», en referencia a fotografiarse subidos a la ventana que recae a la parte trasera del inmueble.

La imagen es similar a la que también captaron los vecinos en 2015, cuando fotografiaron a un turista trepando por uno de los pilares que decoran y sujetan el bello edificio diseñado por Pere Compte. «Jóvenes del llamado turismo low cost que se dedican a beber y a organizar sus botellones en el entorno de la Lonja para demostrar sus habilidades como escaladores trepando por la fachada y subiendo a la ventana para tener una imagen de recuerdo, se lamentaron los residentes.

César Guardeño, representante de la asociación Círculo por la Defensa del Patrimonio, destacó el perjuicio que causa toda esta suciedad a la piedra del edificio. «Las bebidas alcohólicas la estropean, lo que demuestra la necesidad urgente de colocar las cámaras de vigilancia. Hay que pedir agilidad para que se instalen cuanto antes». El proyecto ha sido entregado a la Delegación del Gobierno, con el propósito de que lo estudie la comisión que debe autorizar el sistema para la protección de siete monumentos y edificios municipales, donde además de la Lonja están las torres de Serranos, las torres de Quart, las Atarazanas, el Museo de la Ciudad, el Palacio de Cervellón y el Almudín. La iniciativa de Cultura ha recibido ya un informe favorable de la Policía Local, aunque el importante y decisivo será el de la entidad formada por representantes del Gobierno y del Poder Judicial, entre otras instituciones.

«Volvemos a insistir en que, además de por la falta de educación de cada individuo, la ausencia de las cámaras permiten y alimentan precisamente estos comportamientos incívicos e irrespetuosos, no sólo con el monumento, sino también con los vecinos de la zona. Si las cámaras estuvieran ya instaladas y en funcionamiento, la Policía Local de Valencia podría presentare en el lugar de los hechos, identificar a los responsables y sancionarlos», dijo Guardeño.