Más vandalismo contra el patrimonio: pintadas en la Catedral y el Puente del Real

En este sentido, Guardeño ha pedido una mayor implicación a las administraciones públicas, a todas, sea la concejalía que sea, para que se actúe a mayor velocidad en este tipo de situaciones: «todas las administraciones deben estar implicadas. Te quejas ante una concejalía y te dicen que ellos no pueden hacer nada, que no es de su competencia. Al final quien debe enterarse nunca se entera». Del mismo modo, el responsable del Círculo por la Defensa del Patrimonio ha denunciado que, desde 2017, el Círculo lleva solicitando al Ayuntamiento de Valencia la creación de un grupo específico de la Policía Local que se centre en la investigación del vandalismo por medio de las técnicas de graffiti, sobre todo de aquellos que firman sobre fachadas o columnas de bienes de patrimonio histórico de la capital del Turia. Este tipo de equipos de la Policía Local ya existen en otras ciudades como Granada, Elche o Alicante, y favorecen que las construcciones históricas de la ciudad estén más vigiladas y protegidas.

Por otro lado, desde el Círculo por la Defensa del Patrimonio Cultural reconocen que desde la concejalía de Cultura del Consistorio se les está escuchando más, pero solicitan que exista una mayor coordinación entre el resto de concejalías. «No puede ser que desde un sector del Ayuntamiento sintamos que quieren colaborar pero en otras áreas de la Administración no sepan de qué va el asunto y echen balones fuera». Unido a esto, César Guardeño ha querido denunciar también que, junto a las pintadas de los pilares del Puente del Real también se han podido ver asentamientos de personas sin hogar. Estos se suman a la lista de zonas de acampada en el antiguo cauce del Turia, como también se pueden ver bajo el puente de la Trinidad o el de Serranos. Ante esta situación, Guardeño pide soluciones por parte de Servicios Sociales: «esto ya no tiene casi que ver con un problema con el patrimonio. Tanto asentamiento es un problema evidente de carácter social de la ciudad de Valencia. Desde Servicios Sociales deberían encontrar una solución para estas personas y que puedan vivir en condiciones dignas. Como sociedad no podemos mirar hacia otro lado con esta situación».

En las últimas semanas el patrimonio histórico de Valencia no pasa por su mejor momento. La falta de responsabilidad de administraciones y ciudadanos no da tregua a los tesoros más representativos de la ciudad. Unido a las pintadas que ya hemos mencionado, el Círculo por la Defensa del Patrimonio Cultural realizó el pasado 23 de abril un comunicado a través de sus redes sociales donde denunciaban que la fachada del edificio de La Lonja no se respetaba desde hace años. Los turistas estacionan bicicletas, los repartidores paran en la plaza del Mercado con sus furgonetas, e incluso administraciones pasadas permitían que se instalaran puestos de mercado en un espacio protegido por el Plan Especial de Protección (PEP) de Ciutat Vella.

Por otro lado, Amics del Carme informó al Círculo por la Defensa del Patrimonio que el Portal de la Valldigna, en Ciutat Vella, ha sufrido esta misma semana una nueva pintada. Según Guardeño, el arco de la calle de les Salines se ha pintado más de una treintena de veces. Como consecuencia, el color de la mitad de la fachada ya ni se parece al original, ya que cada vez que aparece un graffiti, la solución es pintar una nueva capa por encima. Con tanta capa nueva, la tonalidad de una parte de la pared no se asemeja al color original de las zonas de la fachada a las que los vándalos no pueden acceder.

Del mismo modo, en menos de un par de semana dos edificaciones valencianas han entrado en la Lista Roja del Patrimonio, un documento que recoge aquellos elementos del patrimonio cultural español que se encuentran sometidos a riesgo de desaparición, destrucción o alteración esencial de sus valores. Por un lado, El monasterio de San José y Santa Teresa del barrio de Ciutat Vella, el cual, en su iglesia se presentan daños en las cubiertas de algunas de las capillas laterales, con crecimiento de vegetación, filtraciones y humedades en el interior. Las fachadas exteriores y la puerta presentan numerosas pintadas que se han ido acumulando sin que se hayan ido retirando o evitando su propagación. Por otro, los emblemáticos Docks comerciales de La Marina de Valencia. Respecto a estos bloques comerciales, se advertía de la existencia de un alto riesgo de desaparición de algunos de los elementos y estructuras originales, incluyendo el interior del inmueble. No son buenos tiempos para el patrimonio histórico de Valencia, el mayor tesoro de cualquier ciudad del mundo.