Los vecinos achacan al turismo barato y masivo los prejuicios contra el Cabanyal que ocultan los problemas reales

En la promoción ofertan un tour que lleva por nombre 'Tradiciones y tapas gypsy' donde se invita a los cruceristas a que paseen por las calles de «un barrio de pescadores en Valencia conocido por su rico patrimonio y sus duraderas tradiciones gitanas».

Incluso rezan que el turista puede ser testigo «del poder y la belleza del flamenco, una forma de arte cautivadora que combina música, canto y baile al servicio de una fascinante actuación de talentosos bailarines gitanos» y concluyen con animando a sumergerse «en el mundo de los pescadores y gitanos con una selección de tapas acompañadas de una bebida refrescante».

Desde la asociación de vecinos del Cabanyal-Canyamelar, su portavoz, Dani Adell, explica que es «absurdo pensar que el barrio es de pescadores y gitanos, el barrio es muy diverso y la afirmación que han hecho es simplista. Parece sacado de una opereta. Es como si dijéramos que España es el país de los toreros y gitanos. Hay vecinos que están muy cabreados con el tema».

El portavoz vecinal afirma que esta descripción simplista «es una muestra más del turismo barato que estamos recibiendo. Venden paquetes turísticos a cruceros de un día y vuelos baratos sin tener información fidedigna porque no les importa, son depredadores de la economía local».

Adell también opina que en estas ofertas turísticas «la palabra sostenible no sale en la ecuación. No queremos apostar por el turismo barato, de chanclas ni tampoco porque llenen el barrio de apartamentos turísticos».

Desde la entidad vecinal explican que los problemas del barrio «no son los de identidad, sino los económicos. No es posible que en la zona no se construyan edificios nuevos para los vecinos o que una madre nos diga que su hijo se va del barrio porque no encuentra precios asequibles en el Cabanyal y en cambio nos hagan 428 apartamentos en Arquitecto Alfaro y haya un efecto llamada para que vengan los inversores y nos llenen todo de turistas y los vecinos de toda la vida se tengan que ir del barrio».

Adell que, en cambio, sí apuestan por «la economía del conocimiento, de I+D, como en la Marin».

Desde la asociación Brúfol, que impulsan programas de alfabetización, refuerzo escolar y programas socioeducativos en el barrio, la coordinadora, María José Enriquez, asegura que es «una barbaridad convertir en reclamo turístico a la población de una zona, como algo exótico. Es una cosificación, como un elemento más del pack turístico».

Desde la Federación Autonómica de Asociaciones Gitanas de la Comunidad Valenciana (FAGA) explican que antes de pronunciarse quieren investigar qué es realmente lo que se oferta «porque una cosa es que sea como objeto de reclamo para que se enriquezcan a costa de los demás y otra distinta es que nos pidan colaboraciones para hacer espectáculos con grandes artistas locales. Tendremos que averiguarlo».