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Es una fuente de conflictos. Peleas, tráfico de droga, presencia masiva de okupas, robos y ahora también acumulación de basura. La llamada 'zona cero' ... del barrio de Orriols en Valencia, la parte más degradada del barrio, sigue deteriorándose. Los vecinos alertan de que las bolsas de residuos rebosan los contenedores y que incluso mucha gente a la que tildan de «incívica» dejan sus desperdicios en cualquier lugar de la calle. Una situación que causa fuerte olor ahora en pleno verano y la presencia de insectos.
La plataforma Orriols en Lucha, a través de su presidenta, Mari Carmen Tarín, denuncia este panorama en la zona de Barona. «Tenemos un problema con la cantidad de basura en la calle. Hay mucha gente que tiene ese tipo de comportamientos, aunque acabe de pasar el servicio de limpieza tira la basura y la deja en la calle, incluso fuera del contenedor, y continuamente dejan muebles, sillones, colchones, incluso escombros en la vía pública», señala la mujer. «Ya no sabemos qué hacer, la policía debería multar estos comportamientos, pero no lo hace, y estas personas incívicas que viven en la calle hacen que la suciedad se apodere del barrio«, añade.
Desde primera hora de la mañana en la calle Padre Viñas ya se pueden apreciar multitud de bolsas y enseres abandonados cerca de los contenedores. Un sofá viejo, un sillón, maderas, bolsas de basura, cajas de cartón. Lo mismo ocurre en las calles San Juan de la Peña, Daroca, Duque de Mandas, Arquitecto Tolsá y varias vías de esa zona deprimida. Y la situación empeora con el paso de las horas. Por las tardes la acumulación ya es espectacular. Los vecinos han tratado de hacer una campaña de concienciación a los ciudadanos con carteles en varios idiomas pegados por el barrio, con una foto de una casa llena de basura y muebles viejos y un rótulo que dice: «¿Ves tu casa así? Si tú no lo quieres, el barrio tampoco», aunque de momento esa medida no está causando efecto entre los que generan esa acumulación de basura.
El Ayuntamiento anunció en la Junta de Gobierno del pasado viernes un refuerzo de limpieza de 150.000 euros al mes, que sumados a la dotación que ya había acordada, supone un total de 300.000 euros mensuales para mejorar la limpieza en la ciudad. Una dotación municipal que los vecinos de Orriols esperan que se haga efectiva en su zona y que sirva para mantener el barrio un poco más digno.
Tarín admite que diariamente es habitual ver un coche patrulla de la Policía Local por la 'zona cero', pero que no van más allá de «identificar a la gente conflictiva y ya está, no pueden hacer más», dice, y también lamenta que el baldeo municipal de calles haya dejado de ponerse en práctica en el turno de tardes. «Hace semanas que los vemos y las calles están muy sucias, porque hay sitios donde esta gente orina y es horroroso», apunta la líder vecinal. «En San Juan de la Peña y Padre Viñas todos los alcorques de los árboles están llenos de bolsas de basura. La gente monta bronca en la calle porque no trabajan, los cristales de muchas plantas bajas están rotos, es algo diario», lamenta. «Y si les dices algo te contestan 'pues ya vendrán a llevárselo'», dice la mujer.
Con gran cantidad de pisos y plantas bajas en propiedad de fondos de inversión, se encuentran okupados, incluso muchos de ellos dominados por mafias que cobran un alquiler ilegal por abrir la puerta. «Hay un colectivo de argelinos muy jóvenes que han llegado por el efecto llamada a los pisos que son de fondos y no se les puede tirar. Esos pisos okupados están haciendo mucho daño al barrio y a la comunidad. Aquí hay mucha inmigración, el 35% de la población del barrio es migrante de más de 30 nacionalidades, aunque la mayoría de quienes están causando los problemas ahora son españoles, en general es gente muy marginal», argumenta Tarín.
Por eso desde Orriols en lucha, plataforma que conforman 13 asociaciones vecinales del barrio, piden «intervenciones en todas estas zonas degradadas, de los Servicios Sociales, porque el índice de población vulnerable aquí es altísimo. Mucha gente tiene ayudas sociales, pero se les debe exigir que tengan un comportamiento cívico», dice Tarín. Además, las peleas también están a la orden del día. «Hace dos años hubo peleas brutales, con heridos graves de arma blanca. Ahora mismo no son tan brutales pero sí que hay riñas continuas. Hay un bar en Padre Viñas donde se reúne mucha gente conflictiva y continuamente hay enfrentamientos y los vecinos tienen que llamar a la policía», asegura.
Y la presencia de droga en el barrio, con venta de pequeñas cantidades en diversas zonas, también forma parte de ese deterioro por el que los vecinos piden auxilio. «Por el control de las zonas de droga también se producen muchas peleas, porque hay mucho trapicheo en la zona, aunque no se trata de grandes operaciones, pero sí paran los coches, les dan un paquete y los vecinos lo ven», apunta la líder de la plataforma.
La inseguridad de los vecinos preocupa mucho en el barrio, especialmente a partir de las seis de la tarde. «Hay robos a vecinos, les quitan los móviles, bolsos, carteras, dan empujones a personas mayores, esto sigue ocurriendo diariamente. No son grandes delincuentes, pero como hay muchos, ocurre con frecuencia. Hay una gran cantidad de población muy marginal y la inacción de las autoridades», apunta Orriols en lucha. Y se trata de un problema que arrastran desde hace años y que el gobierno de Ribó dejó que se enquistara. «Tuvimos que presionar mucho al anterior gobierno porque no reconocía el problema, hasta que hace un año y medio se dieron cuenta de lo que pasaba», señala Tarín.
La líder de la plataforma critica «la permisividad» que se ha tenido con la gente que está generando tantos problemas en el barrio. «Limpiaron el Cabanyal y la Malvarrosa y han venido muchos aquí», apunta. Por eso han solicitado una reunión con el nuevo Ayuntamiento de Valencia. «Pedimos hablar con las mesas de trabajo interconcejalías porque el problema no sólo es municipal, queremos intervenciones de Servicios Sociales, de policía, de temas de vivienda y de educación, es un problema complejo lo que ocurre en Orriols».
Además, la asociación de vecinos no ha visto con buenos ojos la intención del nuevo concejal del Área de Medio Ambiente, Juan Carlos Caballero, de analizar el proyecto de la supermanzana de Orriols, cuyas obras del ciclo del agua ya han comenzado en la calle Arquitecto Rodríguez. «Estuvimos tres años consensuando con el gobierno anterior y ya habíamos llegado a un acuerdo que nos gustaba a los vecinos, esperamos que no se paren las obras ahora, ya estaba todo hablado, no hay que hablar nada más. Se trata de un proyecto importante porque se van a peatonalizar 8.000 metros cuadrados, daría otra visión al barrio», explica Tarín.
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Los municipios con más criminalidad de Valencia
Juan Antonio Marrahí
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