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Participantes en la protesta vecinal de este viernes. IRENE MARSILLA

Vecinos del centro acusan a Grezzi de ponerles «trincheras» y la «alfombra roja» a los turistas

La primera protesta contra las cámaras que multan en Ciutat Vella pide a Ribó que interceda

Viernes, 18 de febrero 2022, 23:11

La primera protesta contra las cámaras de reconocimiento de matrículas que multa a los conductores no autorizados en parte de Ciutat Vella se saldó este viernes con una recriminación de los vecinos participantes, en el sentido de acusar al concejal de Movilidad, Giuseppe Grezzi, de ponerles «trincheras» con este sistema, mientras que a los turistas «se les tiende una alfombra roja». Hasta cinco accesos de la zona norte del distrito están controlados de este modo.

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La concentración tuvo lugar en la plaza Nápoles y Sicilia, al ser un lugar “fronterizo” del Área de Preferencia Residencial y el resto de la zona naranja del centro. La asociación Amics del Carme fue la promotora de esta iniciativa, con la que se quiere dejar en evidencia los fallos de un proyecto que pidieron ellos mismos. La primera reclamación es lograr el diálogo con el edil de Movilidad

“Salen casos cada día”, indicó uno de los representantes vecinales, para citar como ejemplo lo sucedido en el cercano conservatorio de San Esteban. “Una alumna está discapacitada y deben dejarla en la misma puerta, pero en la calle Salvador hay una cámara y sus padres no pueden entrar porque carecen de permiso al no vivir en la zona restringida”, señaló.

Otro caso es el de una profesora del instituto José María Haro, en la calle Beneficencia. “Tiene una plaza de garaje en la calle Alta, pero como el dueño ha tenido problemas para registrar la propiedad, entonces no puede sacarle la autorización y lleva ya diez multas, según nos ha contado”. Cada una de las sanciones sale por 60 euros y el Ayuntamiento ha tramitado 11.000 denuncias desde el 1 de diciembre.

Nacho es vecino de la calle Guillem de Castro, otra zona fronteriza que se queda fuera para conseguir un permiso de paso y estacionamiento en las calles acotadas, que suman cientos, desde la parte de la calle Salvador hasta esa vía. “Trabajo en Cheste y necesito el coche sí o sí porque con el transporte público no puedo”, apuntó.

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Por este motivo debe estacionar cada día al otro lado del viejo cauce, entre los barrios de Marxalenes y Tendetes. “Hemos decidido quitar la tarjeta naranja del salpicadero para que no nos cojan manía al tratarse de un barrio saturado. Así no piensan que venimos de otro barrio a quitarles el sitio del aparcamiento”, subrayó.

Cassola comentó que el próximo lunes tienen una reunión con el alcalde Ribó y el día 28 es la Junta de Distrito. “A Ribó le pediremos que interceda para que nos reciba Grezzi, lo que no conseguimos desde hace dos años, sólo eso porque queremos tratar con él otros temas”, explicó. La pretensión es que las reivindicaciones “sigan hasta que encontremos una solución”.

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