Los vecinos denuncian ante la Unesco el botellón que degrada la Lonja

valencia. «Quisiera poner en su conocimiento una situación que comenzó hace dos años en Fallas y que tiene pinta de repetirse de nuevo respecto a la Lonja de Valencia y su entorno». Así comienza una denuncia que ha llegado al delegado español ante la Unesco, Andrés Perelló, de los vecinos del entorno declarado Patrimonio de la Humanidad y donde se produce en los días grandes de la fiesta un enorme botellón que deja todo lleno de basura, orines y hasta excrementos.

El Ayuntamiento ha reaccionado este año con el cerramiento de la puerta principal y la escalera que recae a la plaza del Mercado, una medida insuficiente para comerciantes y vecinos. Debido a la preocupación de que el botellón se repita de nuevo, los residentes han querido alertar al representante del organismo dependiente de la ONU que vela por la conservación de los monumentos con dicho título.

La denuncia vecinal ha encontrado el respaldo de la asociación Círculo por la Defensa del Patrimonio, que después de varias denuncias ante el Síndic de Greuges consiguió que este año se incluyera en el bando fallero la protección que deben tener los inmuebles protegidos.

Fuentes de la entidad reiteraron que el cerramiento «no es suficiente. Hace falta más patrullas policiales para evitar vandalismo en otras zonas del edificio y la colocación de cámaras de vigilancia». En la carta enviada al delegado español ante la Unesco, se habla de que el año pasado hubo «hasta cinco verbenas en el entorno de la Lonja, dos de ellas muy próximas. El resultado fue que el entorno quedó absolutamente sucio, no sólo de botellas, botes y otros desperdicios, sino también de orines y vómitos».

El gobierno municipal anunció ayer precisamente el refuerzo de limpieza en la ciudad hasta el próximo martes con la cremà y que se prolongará con un repaso general hasta el día 23. En total, se habla de un incremento del 49% de los medios mecánicos (3.264 jornadas más) y 7.111 jornadas de trabajo de medios humanos, que ya experimentaron el año pasado un incremento del 4,95% respecto a 2017. Según las cuentas de la concejalía de Medio Ambiente, sólo en el centro histórico y el jardín del Turia el incremento del gasto se eleva a 1,2 millones.

Pese a este anuncio, los vecinos se muestran escépticos. «Es una situación que se lleva denunciando bastante tiempo y de momento no ha tenido solución por parte del Ayuntamiento, ya que el pasado sábado 9 de marzo tuvieron lugar ambas verbenas, con los consiguientes resultados de suciedad, orín y vómitos. Los desperdicios fueron retirados el domingo, pero no fue así en lo que respecta al baldeo de las calles, que a día de hoy, 12, seguía sin hacerse. Eso unido a unos días de calor, hizo que toda la zona apestase».

De cara a este fin de semana, hablan de que el mismo panorama agravado. «¿Se imagina una situación parecida en el entorno de la Alhambra de Granada o de la Mezquita de Córdoba? ¿Qué imagen se llevaría un visitante?». Por este motivo piden al delegado de España ante la Unesco que haga «todo lo que esté en su mano para evitar que esta situación se vuelva a repetir».

La asociación de comerciantes del centro y el Ensanche también terció ayer en la polémica sobre la conservación del patrimonio en Fallas. Fuentes de la entidad reiteraron su denuncia por la instalación de puestos de comida junto a edificios protegidos, que incumplen la altura máxima de 3,5 metros establecida en el bando fallero. En el caso de esta queja, la comisión fallera anunció horas después que trasladarían la instalación a otro lugar dentro de su demarcación.