Los vecinos denuncian los problemas de incivismo en la plaza del Rosario del Canyamelar

Los problemas en los barrios del Cabanyal y Canyamelar todavía no han terminado. De hecho, la asociación de vecinos ha enviado una carta a cinco concejalías del Ayuntamiento de Valencia para exigir que se tomen medidas para erradicar los problemas de convivencia e incivismo que se sufren en puntos como la plaza del Rosario, uno de los núcleos centrales del barrio.

Los residentes aseguran que hay grupos de personas que no respetan las normas de buena vecindad y realizan actos vandálicos en la plaza. Buena prueba de ello es que han tenido que reponer el latón que cubre las dos puertas de acceso al templo «porque utilizan los portones como si fueran porterías de fútbol» e incluso lo hacen servir de urinario.

Lo mismo ha ocurrido con la verja de la casa abadía, que también sufre los golpes y los feligreses que ayudan en la parroquia del Rosario han tenido que soldar hasta en tres ocasiones la estructura para evitar que se rompa.

También la escultura de la Virgen del Rosario que preside la fachada ha sufrido daños, ya que le falta el brazo con el que porta el rosario, y también se ha roto un brazo del Niño Jesús que porta en el brazo.

Además, los afectados explican que en varias ocasiones las personas incívicas les han lanzado dátiles de las palmeras que hay en la plaza, tanto en la hora de las celebraciones religiosas como a los componentes de la parroquia, incluso causando en alguna ocasión lesiones leves.

Describen que también es «bastante frecuente el paso de patinetes eléctricos por la plaza y se persiguen a bastante velocidad» y en algunas salidas de asistentes del teatro próximo «han sido tratados de forma incorrecta» por los presentes en la plaza.

El problema, que se ha enquistado, ha llevado a la propia asociación de vecinos del Cabanyal-Canyamelar, a la parroquia de Nuestra Señora del Rosario, a la junta parroquial de la Semana Santa Marinera, a la asociación de padres dl Hogar y al propio colegio ha exponer los actos incívicos al Ayuntamiento de Valencia para que tomen medidas.

Y es que, además, los bancos de piedra de la plaza se han llenado de pintadas y «hasta hacen lanzamiento de botellas de plástico a las palmeras, donde se quedan entre las ramas y en el propio tejado de la bóveda de la iglesia cada dos por tres encontramos balones encalados», tal como describen.

Los denunciantes explican que en muchas ocasiones han ido a exponer el problema a los familiares de las personas que hacen estos actos vandálicos, pero no ponen solución, y añaden que es frecuente que toquen las guitarras, canten y hagan ruido en la calle hasta la madrugada, «lo que ha llevado a algunos vecinos a tener que irse de su casa porque no pueden más».

Los distintos colectivos han recopilado todos los problemas y los han remitido al alcalde de Valencia, Joan Ribó, y a las distintas concejalías para que tomen medidas.

Entre las peticiones que proponen está que hagan «cumplir un decálogo por la buena convivencia que creó el propio Ayuntamiento de Valencia».

Incluyen que se pongan placas de prohibido jugar al balón «y que repongan las placas informativas del valor patrimonial de la parroquia y de el teatro El Musical, porque estaban pero han desaparecido. No sabemos si lo han vendido para chatarra o qué, pero queremos que se respete el patrimonio».

También exigen que se pongan carteles de prohibido aparcar en la plaza y que se retiren los bloques de bancos «y que se sustituyan por jardineras con plantas que decoren y delimiten la plaza».

Igualmente solicitan que se poden las palmeras «para evitar que haya dátiles», ya que se usan para lanzarlos.

Y lo más importante, piden que haya una mediación de trabajadores sociales y educadores para reforzar la idea de convivencia y armonía «y una mayor presencia policial y visibilidad de la Policía Local, sobre todo cuando se les llame por los altercados y acciones inapropiadas».

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