Los vecinos de la Devesa denuncian continuos asaltos al hotel Sidi Saler

La alerta la han dado primeros unos residentes de la Devesa, que han bajado a la playa para disfrutar del sol y de la brisa marina, pero lo que no podían imaginar es que iban a ser testigos de un nuevo asalto al recinto hostelero que ha quedado atrapado en el tiempo, a la espera de saber si será derribado o si se reabrirá como hotel o con un uso ciudadano.

Otros residentes en fincas próximas también han apreciado la presencia de extraños. De inmediato, algunos vecinos se han acercado al entorno para cerciorarse. «He visto gente, unas cuatro o cinco personas, que habían entrado en el jardín del hotel. No he podido verles la cara, por los árboles y arbustos que los tapaban, pero sí los he escuchado».

Si bien en la parte frontal la vigilancia es constante, la realidad es que en un lateral del recinto y en la parte recayente a la playa, tal como ha podido comprobar LAS PROVINCIAS, hay cinco puntos donde la verja o está rota, con grandes agujeros, o ya no existe y es tan fácil como saltar un muro de escasa altura y entrar.

De hecho en un lateral, justo donde se encuentra la escalera de incendios, dos de las puertas que dan acceso al hotel están abiertas de par en par y, según fuentes consultadas, es justo el punto por donde continuamente se ve a gente entrar y salir.

«No queremos que okupen el Sidi Saler, porque es ya lo que faltaba. Los que han entrado hoy, no sabemos si se han quedado dentro o si se han ido, pero la propiedad o la administración tendría que hacer algo para clausurarlo todo porque es un riesgo», denuncian unos vecinos.

Al parecer son varias las veces que se ha intentado okupar ilegalmente el recinto hotelero donde se llegaron a hospedar la selección de fútbol de Irlanda Norte o cantantes como Tina Turner y los responsables de seguridad ya han alertado sobre este tema a las fuerzas de seguridad. Incluso la semana pasada accedieron para hacer una inspección con la Guardia Civil, según fuentes consultadas, pero el recinto es tan grande que es difícil detectar a los asaltantes en el momento.

Lo que sí es un hecho es que ya han saqueado el interior del hotel en varias ocasiones. Se han llevado el cobre para venderlo e incluso se ha visto en varias ocasiones a personas llegar con furgonetas y cargar material.

En una ocasión saquearon material de cocina y, al parecer, los ladrones llevaban la furgoneta tan llena, que escondieron el botín que no les cabía entre la maleza, para volver más tarde, y se pudo recuperar. Eran cajas llenas de los servicios de cubiertos para comensales.

Los vecinos ya han dicho en varias ocasiones que abogan por restaurar el edificio y abrirlo como un centro de mayores, como un servicio público y afirman que son conscientes de que esa idea llevaba el actual gobierno.

Mientras se decide qué hacer, la realidad es que en 2022 el gobierno de Ribó declaró caducada la licencia ambiental. Se argumentó que el hotel quedó fuera de ordenación en los años 80 y que sólo se podían hacer obras de mantenimiento. Los vecinos exigen que no dejen que lo okupen y que impulsen un proyecto.