Los vecinos piden PCR mientras Ribó se niega a realizar pruebas masivas

Los vecinos de Valencia lo tienen muy claro. La actuación más urgente que demandan a las administraciones públicas es el control de la pandemia y, en concreto, con mascarillas, pruebas PCR, rastreadores y la deseada vacuna. Las dos primeras son peticiones que ha rechazado el gobierno municipal sistemáticamente que se hagan de manera masiva. La única excepción es la compra a finales de septiembre de 24.000 protectores que costaron algo más de 4.000 euros.

En cuanto a las pruebas PCR, la última vez que se negó el alcalde Ribó a financiar el test fue el 24 de septiembre en un pleno extraordinario convocado por los grupos de la oposición. Ni siquiera se contempló la opción en el debate de realizarlos entre los colectivos más vulnerables o los de mayor riesgo.

Ribó descartó la medida asegurando que municipios que habían pagado la prueba a todos los vecinos, citó el caso de Torrejón de Ardoz, están ahora en unos niveles de contagios similares. El Ayuntamiento sigue el criterio para sus funcionarios que marca la Conselleria de Sanidad, acerca de hacer la prueba sólo a los que tengan síntomas de sufrir el coronavirus.

La encuesta indica que el 15,6% de los 1.320 participantes considera el control de la pandemia como la mayor necesidad, mientras que la inversión pública en salud se sitúa en un 12,7% y la mejora de la atención primaria en un 10,3%. Estos tres parámetros se sitúan incluso por delante del paro, que se queda en un 7,1%.

La demanda de más medidas de protección fue puesta ayer de relevancia por la portavoz del grupo popular en Valencia. La concejala María José Catalá indicó que el gobierno de Compromís y el PSPV «sigue sin atender la mayor demanda de los vecinos para combatir el Covid-19, que es el reparto de mascarillas y la realización de test PCR entre la población». Dijo por último que Ribó «se esconde tras las autoridades sanitarias y ahora son los vecinos los que se lo echan en cara».