Los vecinos retoman la reivindicación de separar el Canyamelar del Cabanyal

La plataforma Canyamelar en Marxa no está dispuesta a tirar la toalla. Un grupo de vecinos de este enclave marinero de Valencia exige que separe el topónimo del Canyamelar del referido al Cabanyal, ya que ambos aparecen referenciados desde los años 80 con un guión que pone en primer lugar al Cabanyal y en segundo al Canyamelar. 

Este colectivo vecinal, que cuenta con José Aledón como portavoz, ya hizo una primera petición al Ayuntamiento de Valencia el 31 de mayo de 2017, «pero entonces el Consistorio tardó dos años y medio en contestarnos, después de que el Síndic de Greuges le pidiera explicaciones, y nos dijeron que las 332 firmas que presentamos no eran representativas».

No contestos con la justificación, el 17 de septiembre de 2021 volvieron a reclamar que el Canyamelar figure como un barrio con entidad propia, no fusionado con el Cabanyal, pero el Ayuntamiento de Valencia no ha contestado y han decidido trasladar el tema al Sindic de Greuges que esta misma semana ha decidido admitir a trámite la denuncia.

En esta ocasión, la plataforma Canyamelar en Marxa, como explica José Aledón, se acoge a la ley de Salvaguarda del Patrimonio Cultural Inmaterial para exigir que se respete la toponimia original del Canyamelar, sin unirlo al barrio vecino. «la ley 10/2015 del 26 de mayo, para la Salvaguarda del Patrimonio Cultural Inmaterial, en el título I, artículo 2, apartado a, reconoce la toponimia tradicional como un bien del Patrimonio Cultural Inmaterial y, por eso, queremos que sea oficialmente revertido el nada tradicional topónimo de Cabanyal-Canyamelar».

Argumenta que «debe de restituirse a su único y exclusivo nombre a cada uno de los dos barrios para repararse el daño afligido a esos topónimos con una antigüedad de siglos, hoy bienes del Patrimonio Cultural Inmaterial de la ciudad de Valencia».

Desde el Sindic de Greuges se argumenta que «una vez analizados los hechos descritos y la normativa aplicable, observamos que la presunta inactividad del Ayuntamiento de Valencia podría afectar al derecho de la petición de la persona promotora del expediente, cosa que faculta al Síndic de Greuges para intervenir en este supuesto».

Desde este órgano consideran que la queja reúne los requisitos y la admiten a trámite. Es más, solicitan al Ayuntamiento de Valencia «un informe detallado y razonado sobre los hechos que han motivado la apertura del presente procedimiento de queja, junto con su valoración en cuanto a la posible afección del derecho invocado». Y concede un mes de plazo, ampliable a otro más con carácter excepcional, para que Consistorio conteste.

Desde el Síndic de Greuges se añade que «si el informe solicitado no se emite dentro del plazo concedido, se seguirá con la investigación y se considerará que existe falta de colaboración y se haría constar esta circunstancia en la resolución final como incumplimiento de su deber de colaboración».

Cabe destacar que la raíz del problema se remonta al año 1980, como detalla José Aledón, ya que «en el pleno del 22 de febrero de 1980, en época de Ricard Pérez Casado, sin consulta ni consentimiento previo a las comunidades afectadas fueron manipulados y unidos arbitrariamente los dos barrios».

Desde la plataforma Canyamelar en Marxa aclaran que «no buscamos segregarnos, pero cada uno de los dos barrios tiene un nombre propio y no vemos bien que se presenten como si fuera uno y unidos por un guión, como aparece en los documentos administrativos o en el polideportivo del Cabanyal-Canyamelar. Tampoco vemos bien que se ponga mercado del Cabanyal».

Y detallan que hay datos históricos que mantienen colectivos de la Semana Santa Marinera, por eso, «los Granaderos de la Virgen de los Dolores se identifican como del Cabanyal y los Granaderos de la Virgen de la Soledad son del Canyamelar».

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