El 34% de los vecinos de Valencia sufre exceso de contaminación

El grupo de investigación de TIC contra el Cambio Climático del instituto ITACA de la Universitat Politècnica, junto a la empresa Mesura, la plataforma social València per l'aire y el Joint Research Centre (JRC) de la Comisión Europea, instalaron una red de 424 sensores móviles de dosimetría pasiva distribuidos por toda la ciudad para la medición de NO2 con el objetivo de evaluar la calidad del aire reportada por las estaciones fijas.

Los resultados obtenidos muestran que durante tres años el 43,7% de los sensores móviles superaron el valor límite establecido por la Directiva de la UE así como por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

«Esto indica que los niveles de calidad del aire que ofrecen las estaciones fijas no son representativos ni confiables para el monitoreo de la calidad del aire de la ciudad. Las estaciones fijas que operan actualmente no brindan información precisa sobre las áreas de la ciudad donde la mayoría de la población respira aire con mayor nivel de contaminación», dijo Oliver.

El coordinador del proyecto, Edgar Lorenzo, añadió que el estudio revela que mientras «las siete estaciones oficiales de calidad del aire no superan el límite medio anual de valores de concentración de NO2 (40 µg m−3), los valores medios anuales de la red móvil superan este límite en casi la mitad de ubicaciones móviles de muestreo».

El equipo de la UPV ha desarrollado a partir de herramientas de big data un índice que identifica y clasifica los 69 barrios según el nivel de contaminación y la exposición de la población a la concentración de contaminantes. Y esta es la conclusión: los barrios con peor calidad del aire son Benicalap, Beniferri, Torrefiel, Rascanya y Benimaclet en el norte, Olivereta, Nou Moles, Arrancapins, Patraix y Jesús en el oeste, Malilla en el sur, el Grao y Nazaret en el este y Ruzafa en el centro de la ciudad.