Urgente Óscar Puente anuncia un AVE regional que unirá toda la Comunitat en 2027
Imagen de archivo de prostitutas en Valencia. IRENE MARSILLA

Velluters exige que se cumpla la ordenanza de 2013 contra la prostitución

Los vecinos están cansados de la bronca entre PSPV y Compromís y recuerdan que ya hay una normativa

P. MORENO

Martes, 31 de mayo 2022, 00:12

valenciA. «Yo soy abolicionista y por eso defiendo que hay que ir a tope contra las mafias». Trini Piquer, de la coordinadora vecinal de Ciutat Vella y residente en Velluters, tiene muy clara la línea por la que quiere caminar en el tratamiento de la prostitución callejera y por eso reclama al Ayuntamiento que aplique con rigor la ordenanza aprobada en 2013, que sanciona con hasta 2.000 euros a los clientes de las prostitutas callejeras.

Publicidad

Las últimas semanas se ha elevado el tono entre Compromís y PSPV por el reparto de competencias y distintos criterios para combatir esta lacra, sobre todo en la Generalitat. En el caso de Valencia, la vicealcaldesa Sandra Gómez y la concejala de Igualdad, Lucía Beamud, anunciaron en el pleno una modificación de la normativa para que sea más lesiva contra los clientes de servicios sexuales, además de nuevos programas de ayuda a las mujeres.

«Tienen la ordenanza aprobada, que la utilicen de una vez», señaló la portavoz de la asociación de vecinos El Palleter, de Velluters, María José Volta, sobre esta cuestión. El conocido como 'barrio chino' tiene todavía numerosas muestras de prostitución callejera, añade, con la misma presencia que el tráfico de drogas al menudeo.

«Todo lo que se expropie a las mafias debe ser para las mujeres», asegura Piquer, quien recuerda el trabajo de la coordinadora vecinal en favor de las prostitutas. «Siempre que podemos las ayudamos para conseguir un subsidio, una ayuda que las libere de esto», apunta. En la misma línea, Volta señala la Renta Valenciana de Inclusión. «Cualquier instrumento es bueno para ayudarlas», subraya.

«Más multas y más ayudas a las prostitutas», es la receta de ambas. Volta recuerda lo que ocurrió en 2013, con la «lucha interna» en algunos movimientos de ayuda a la mujer por la implantación pionera de la ordenanza en Valencia, con gobierno del PP y que contó con el apoyo del grupo socialista al quedar claro en el articulado que las mujeres no iban a ser multadas bajo ningún concepto.

Publicidad

Los últimos años han servido para el cierre de bares en Velluters que eran «base de operaciones» de la prostitución callejera, aunque en el barrio «quedan todavía los pisos, por eso sigue este tráfico aquí, igual que la venta de drogas», asegura la dirigente vecinal.

El jardín de la calle Guillem Sorolla es uno de estos lugares, al igual que calles como Torno del Hospital y Viana. El cruce de ambas se considera la 'zona cero' del centro de Valencia en este sentido. «En la calle Escalona había también presencia, pero el hecho de que hubiera una patrulla policial de manera permanente espantaba a los clientes», recuerda Volta.

Publicidad

Poco o nada se sabe de las intenciones del gobierno municipal con la ordenanza, salvo la recomendación de la Conselleria de Justicia de elevar las sanciones, entre otras medidas. Así, se pasaría de 2.000 a 3.000 euros para los casos más graves, aquellos donde se solicite, negocie o acepte algún tipo de servicio sexual en la vía pública a menos de 200 metros de un colegio. El artículo habla también de «ofrecer», aunque esta infracción de las prostitutas decae al señalar poco después que ninguna de las circunstancias afecta a «las personas en situación de prostitución».

El pasado año, la Policía Local registró sólo dos propuestas de multa a clientes de prostitución callejera. El dato demoledor lo arrojó la concejala del grupo popular Marta Torrado precisamente en el debate donde salió adelante la propuesta del gobierno municipal para modifiar la ordenanza.

Publicidad

Tanto Piquer como Volta reconocieron la dificultad de este tipo de sanciones, aunque ambas pidieron el «máximo empeño» de la Policía Local y la Policía Nacional con patrullas y vigilancia fija en algunos cruces, con el fin de ahuyentar a los clientes. Eso y el refuerzo de ayuda a las mujeres víctimas del tráfico sexual.

El descenso de la prostitución callejera a plena luz del día es evidente en Velluters, pero también «engañoso porque puede confundir. Se puede ver a personas que vigilan, al igual que a las mujeres entrando y saliendo de los edificios a la búsqueda de clientes», indica la portavoz vecinal del Palleter. Además, se han dado circunstancias como que las prostitutas rondaban por las calles de Velluters, pero tenían en el Botánico los pisos para llevar a los clientes.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Empieza febrero de la mejor forma y suscríbete por menos de 5€

Publicidad