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El barrio de Ruzafa ha amanecido este martes entre sorprendido y asustado. Se pueden elegir otros adjetivos, como perplejo, que también se aplican al sentir mayoritario de los vecinos del barrio, que no terminan de entender cómo funcionan esas plazas verdes y naranjas pintadas en el suelo ... que han dejado calles donde antes era prácticamente imposible encontrar sitio, como Pedro III El Grande o Denia, totalmente desiertas. Los comerciantes del Mercado de Ruzafa ya han pedido una reunión al concejal de Movilidad, Giuseppe Grezzi, para intentar lo que es casi un imposible: que el edil dé marcha atrás.
Un paseo este martes por la mañana por el barrio evidenciaba que nunca llueve a gusto de todos, aunque con esto de las zonas reservadas, Grezzi ha conseguido algo muy parecido a la unanimidad. En contra, claro, pero lo ha conseguido, porque ni siquiera los vecinos están 100% a favor. Los hay, por supuesto, como Giovanni Donini, presidente de la asociación de vecinos Ruzafa-Gran Vía, pero otros, como Pilar, no están nada convencidos. «Yo no tengo coche, pero creo que quien tenga lo va a pasar muy mal: muchos de ellos ya tienen plaza de aparcamiento y ahora no podrán salirse de los alquileres», asegura.
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En el mercado es donde más miedo se tiene. Sobre todo al sábado, día grande para la lonja ruzafeña, que recibe cientos de visitantes durante la mañana. La presidenta de la asociación de vendedores, Alicia García, explica que han pedido una reunión con Grezzi. «Ya la habíamos pedido antes, pero hemos insistido porque vemos todo muy parado», asegura. Su propuesta es que las tarjetas de residentes también las puedan adquirir (porque cuestan unos 170 euros al año) los trabajadores del mercado. «Aquí hay gente que viene de Aldaia o Picassent y que está a media jornada y que si tiene que pagar 3,30 euros por dos horas, no le sale rentable venir a trabajar», lamenta.
Dentro del mercado, la misma sensación. Roberto Martínez y Óscar Gilabert descansan en sus paradas, mano sobre mano. «Están siendo unos días con poco movimiento», dice Martínez. «No sabemos por qué, octubre suele ir mejor que septiembre», asegura de forma prudente Gilabert. Una mujer se acerca a comprar una manzana mientras ambos dependientes protestan. «El sábado es el día de más movimiento y el aparcamiento del mercado se va a llenar a primera hora», lamentan ambos, que piden más transporte público. «Hay que dar alternativas», dicen.
La sensación, como explican en una peluquería cercana, es que lo que quiere el Consistorio es recaudar más. Aparcar en la calle en Ruzafa es ahora más fácil que hace tres días, sí, pero también más caro. Mucho más. Las dos horas han pasado de 1,70 a 3,30 euros. Si eres vecino, la tarjeta cuesta un poco más de 86 euros al año más un pago de siete euros al mes, por lo que sale por unos 170 euros al año. Más barato que una plaza de garaje, que en Ruzafa eran muy caras, pero también más dinero de lo que implica aparcar gratis en la vía pública.
Aunque el concejal Grezzi no se ha pronunciado ante los medios de comunicación, sí lo ha hecho en redes sociales, donde se ha mostrado convencido de que la medida tendrá buena aceptación cuando los vecinos y comerciantes se acostumbren. Además, ha dejado la puerta abierta a «recuperar ese espacio para la ciudadanía» si ven que las plazas no se utilizan.
El portavoz de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Valencia, Fernando Giner, ha lamentado este martes el afán recaudatorio del gobierno de Ribó, en este caso a cuenta de la ORA. En total, durante los seis primeros meses del año el Ayuntamiento ha recaudado 4,2 millones de euros por este concepto, al tiempo que ha interpuesto más de 105.000 multas a los conductores.
«Este equipo de gobierno no hace más que poner trabas y dificultades al aparcamiento, pero no es capaz de dar alternativas viables al transporte público. Elimina plazas de estacionamiento en la calle, endurece la normativa de la ORA y, mientras tanto, fríe a multas y tasas a los vecinos. Que no nos engañe: esto no es sostenibilidad ni política verde. Son simplemente ganas de recaudar», ha denunciado.
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