«No tendrían que ser en verano»

La draga para conseguir la arena con la que regenerar las playas del sur de Valencia ya ha comenzado. Ayer miércoles por la mañana se podía ver a operarios de la empresa muy activos mientras una excavadora trabajaba en el arenal. Ciclistas, paseantes y bañistas trataban, por su parte, de convivir con las obras que les quitan una parte de la playa.

El sentir general es que estas obras están muy bien pero quizá las fechas no han sido las más adecuadas para comenzar. Es la opinión de Toni, un jubilado que pasa haciendo ejercicio andando deprisa por delante de las grandes tuberías preparadas para conectar con la draga. «Estas obras no tenían que haberse hecho en verano. Han cortado el acceso a las playas», afirma un poco indignado. «Podrían haberlas hecho en octubre y no en julio y agosto que han estado trabajando», señala y añade que «no tiene sentido aquí en Valencia con la cantidad de turistas que viene a disfrutar del mar y del mar, si fuera en el norte aún lo entendería».

Mientras, en la playa se ven unas pocas sombrillas y un turista inglés que graba un video de la zona. Ahí está Salvador que destaca que «me hubiera gustado ir a otra playa pero el acceso está cortado y no podía acceder». También es de la opinión de que las obras podrían haber empezado un poco más tarde, ya entrados en el otoño. «Podrían haber esperado a que pasara la temporada alta», resalta. «Estos días ya no son los de vacaciones pero sigue viniendo mucha gente», recalca. Aunque también ha querido resaltar que «hay más arenales en las inmediaciones».

A Sergio, en cambio, que ha instalado la sombrilla junto a Salvador, no le molestan los trabajos. Ni a Juan, que permanece sentado en una hamaca junto a su mujer Pilar. «Estas obras hay que hacerlas cuando se pueda. Me parecen de categoría si crean puestos de trabajo», puntualiza mientras su esposa asiente y murmura: «Todo lo que sea para mejorar, bienvenido sea».

En cambio Paola, mientras su hijo de cuatro años juega en la orilla, afirma que le parece «fatal que estén ahora en obras». Además, se ha quejado de que durante el mes de agosto la zona olía fatal «y la playa no se ha limpiado en todo el verano». Para Paola, estas obras tendrían que haber esperado. Aquí no se podía estar por el mal olor«.

De la misma opinión es José que va paseando por el sendero y es vecino de la pedanía de Castellar. «Las obras que afectan a la playa tendrían que hacerse cuando hay menos gente y no ahora», destaca y añade que «tampoco benefician a los chiringuitos». «Lo mejor es que se hubieran esperado a últimos de septiembre o principios de octubre. No veo bien cómo lo han hecho», afirma. Pero este vecino no sabe, además, para que se están haciendo estos trabajos.

Amparo que pasa andando deprisa apoyándose en dos palos, señala que «vengo mucho por aquí, aunque en agosto no he estado». En cualquier caso, no le parece mal que se estén haciendo estos trabajos. «A mí, personalmente, no me han afectado. Si son necesarias se tienen que hacer», destaca.

Juliana no piensa igual. Mientras está sentada en una mesa señala que «lo más lógico es que se hubieran hecho en otras fechas. Son tres meses para disfrutar de la playa y el sol y no podemos estar entre escombros. Pero 'Spain is different'», señala con ironía. Mucha personas pasan por su establecimiento «y no paran de preguntar qué es lo que están haciendo con esas grandes tuberías».

Bernardino sí que conoce los fundamentos técnicos de lo que se está haciendo y señala que «todo depende de cuándo tengan que terminar los trabajos. Igual van con plazos fijados.

José Manuel va ataviado de ciclista y afirma que «estas obras nos hacen dar muchas vueltas». Y, en su opinión, «nos tendrían que dejar disfrutar del verano. Además, molestan a la gente que viene a comer aquí». Mientras que su amigo Alfonso es más crítico: «Llevan arena para que otro temporal se la lleve. No creo que sean muy necesarias», resalta.

Estas obras tienen que estar finalizadas este año, según destaca la Delegación del Gobierno, para poder percibir la ayuda de los fondos europeos. Estos trabajos se dirigen a la regeneración de las playas del sur de Valencia. En el pasado mes de agosto comenzó la instalación de la gran tubería, una actuación preparatoria que en su opinión no causó perjuicios a los bañistas.

La intervención cuenta con un presupuesto de 28 millones de euros. El objetivo es el objetivo mejorar la protección de las playas contra los temporales. Los trabajos incluyen la colocación de tuberías submarinas que canalizarán la arena desde una draga hasta la costa. El objeto de la obra es regenerar la playa, desde el espigón al sur de Pinedo hasta la gola de Puchol, en el término municipal de Valencia, con una longitud aproximada de unos 7.100 metros.

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