Vox insistirá en el encierro taurino simulado para niños en Ciutat Vella

El encierro simulado tendría como actores principales a los niños, pues a ellos va destinada en gran medida la iniciativa propuesta por Vox, aunque los padres también tendrían su cuota de protagonismo al ser los portadores de carretillas en forma de toros. Además, también se celebraría una merienda para los más pequeños aunque el resto de la programación sigue siendo un futurible al haber fracasado en anteriores ediciones de votación en la junta de distrito de Ciutat Vella.

Badenas ha negado que el acto sea considerado como adoctrinamiento infantil de la misma manera que, según el edil, habría realizado la izquierda en las instancias educativas desde 2015. El concejal de Parques y Jardines ha hecho un alegato en favor de la libertad y en defensa de la tauromaquia como parte de la idiosincrasia valenciana y española: «El encierro simulado infantil no es adoctrinamiento porque a ningún menor se le obligará a asistir a esta actividad cultural como sí ocurre en los colegios con ciertas doctrinas». Badenas ha añadido que son los padres los encargados de decidir alrededor de qué valores debe girar la educación recibida por sus hijos. «En Vox creemos en la libertad de todas las personas para elegir su ideología, religión, su moral o principios y pensamos que el Estado no debe ser quien decida lo que deben hacer las personas», ha sentenciado.

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El segundo teniente de alcalde ha puesto énfasis en que «no hay valencianos de primera ni de segunda ni queremos tratar a nadie de manera diferente a los demás». No obstante y pese a la negativa de la junta de distrito, Badenas ha recalcado que la idea del pasacalles infantil taurino no ha quedado enterrada todavía y queda a la espera de que se produzca una segunda votación de la junta de distrito de Ciutat Vella.

La junta de distrito de Ciutat Vella celebrada el pasado lunes fue presidida por el concejal de Fallas, Santiago Ballester cuya intención era votar todas las propuestas a la vez, y pese a que había aceptado la pretensión de Compromís y PSPV de votarlas una a una, las quejas de que los vocales no habían recibido las propuestas por adelantado, entre ellas las de los ediles Borja Sanjuán y Giuseppe Grezzi, que pedían que se pospusiera la decisión hasta que todos los miembros de las comisiones y los vocales hubieran recibido las propuestas, tuvieron éxito y Ballester se comprometió a dar una fecha «a la mayor brevedad posible» para celebrar una reunión extraordinaria de la junta municipal.

Los vocales de Compromís defendieron que el evento era como «jugar a 'bous al carrer'» así como que va en contra de la ley de protección a la infancia». Los representantes de la coalición valencianista avanzaron que recurrirían el asunto ante el Defensor del Menor en caso de celebrarse. Por su parte, desde el PSPV lamentaron que no se consensuaran las actividades, entre las que figuran un concurso de cortos, rutas por el centro histórico, charlas sobre cómo encontrar vivienda en Ciutat Vella o paseos por los jardines del barrio. «Se trata de inculcar una determinada cultura que no es cultura, es una subcultura de la tortura y de la muerte», aseguró uno de sus vocales.