REDACCIÓN
VALENCIA.
Domingo, 19 de enero 2020, 00:32
Las persianas bajadas se pierden entre el tráfico y la afluencia de la avenida del Oeste. Los llamativos carteles de ofertas, descuentos o promociones se mezclan con los letreros de «se vende» o «se alquila». Cada pocos metros uno de esos carteles hace de epitafio para otro negocio más que echa el cierre. Este camposanto termina en la plaza de Ciudad de Brujas, donde descansan en paz bares, tiendas y quioscos, entre otros comercios.
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«Esta zona ya está muerta», sentencia la dependienta de una zapatería «de toda la vida». La reforma de la avenida anunciada el pasado jueves por el concejal de Movilidad Sostenible, Giuseppe Grezzi, llega tarde para los comerciantes. Las obras ya han hecho estragos. Por eso, lo primero que se preguntan sobre los nuevos planes del Ayuntamiento es: «¿Habrá más obras?». El Consistorio quiere ampliar el espacio peatonal, ensanchar las aceras y reducir los carriles. Los comerciantes se muestran recelosos ante los cambios porque temen las consecuencias. «Ya está la cosa difícil y se lo van a cargar, no ponen facilidades para el comercio y luego se extrañan de que cerremos», dice cabizbaja la dependienta que relata cómo hace un par de días cerraba otro que regentaba una compañera desde hace más de 20 años.
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«Los alquileres se han disparado y si encima la gente no puede acceder al centro porque no hay buen servicio de transporte público y han cambiado los autobuses, no vendrá nadie, ya hay muchos clientes que se quejan de que no se aclaran para venir; y en coche no es una opción porque los parkings son carísimos. Las alternativas que tienen son pésimas», protesta.
Para la dueña de la imprenta los cambios que plantean «no van a beneficiar, todo lo contrario, al Ayuntamiento lo que debería de hacer es bajar el precio del transporte público y mejorar las frecuencias», dice enfadada. Añade que «nunca nos han tenido en cuenta, no nos consultan nada y deberían antes de hacer cualquier cosa porque al final la fastidian». Como ejemplo se refiere a lo vivido en la plaza Ciudad de Brujas: «Cuando abrieron la plaza para hacer el metro y después nada de eso ha llegado pero se cargaron todos los comercios y eso pasa cada vez que levantan todo para hacer obras y están durante mucho tiempo así». Aún recuerda la primera vez que abrió al público. Describe que entonces la avenida del Oeste era «un comercio al lado del otro, no había casi bajos libres».
Los vecinos y quienes frecuentan la zona lamentan las pérdidas de los negocios de los que eran habituales. «Había un bar que cerró y es que no se mantiene, muchos acaban perdiendo dinero y al final no queda más remedio», dice Alejandro. Ampliar el espacio peatonal no sería un inconveniente para él. «No lo veo mal pero lo que sí molesta es el tráfico, espero que eso se reduzca o al menos que pongan más autobuses», comenta.
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Para otros, las terrazas de bares y cafeterías son un mal extendido que acaba con aquellos espacios pensados para los viandantes. En algunos tramos de la avenida las sillas y mesas reducen las aceras a un estrecho pasillo que entorpece la fluidez del paso en la vía. «Ya no respetan nada, es imposible pasar entre las motos aparcadas y las terrazas, deberían poner más control en esto, se les va de las manos», dice Enrique, vecino del barrio.
La Federación de Asociaciones de Vecinos defiende la idea. Se muestra al lado del peatón y pide poner coto a las terrazas. La presidenta de la entidad de residentes, María José Broseta, explica que ellos siempre apuestan y apoyan al peatón. «Por eso que se amplíen las zonas y las aceras peatonales siempre que se de un servicio de transporte público está bien, pero lo que no se consiente o lo que no puede pasar en ningún caso es que se dé vía libre a colocar mesas y sillas en ese espacio, esa ampliación no es para que los hosteleros saquen más terrazas a la vía pública».
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La portavoz del grupo popular en el Consistorio, María José Catalá, lamentó este viernes la «dejación de funciones del PSPV, quien ocupa la concejalía de Desarrollo Urbano, y deja en manos del concejal de Compromís, Guiseppe Grezzi, los grandes proyectos urbanísticos», al referirse a la peatonalización del centro histórico o la remodelación de la plaza Brujas y la avenida del Oeste. «No han aprendido que dejar en manos de Grezzi el urbanismo tiene consecuencias», dijo.
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