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VALENCIA
Jueves, 5 de noviembre 2020, 14:31
El Ayuntamiento de Valencia aprueba el 6 de noviembre de 2020 la nueva regulación de aparcamientos que se aplicará en la ciudad, dividida en tres zonas: Azul, Naranja, y la nueva zona Verde, de uso exclusivamente para residentes. Los dos primeros puntos donde se instalará son Ciutat Vella y Ruzafa.
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La zona Verde «es una zona de nueva creación como las que ya existen en muchas ciudades de España y de Europa, y será exclusiva para residentes mediante el pago de una tasa anual que se ha de establecer», ha explicado el concejal Giuseppe Grezzi. Algunos barrios ya han solicitado su aplicación, ha explicado el concejal, y se irán estudiando todas las peticiones.
Las características de la zona verde son:
- Será de uso exclusivo para residentes
- Se aprobará una tasa anual
- Los vehículos que no sean de residentes no podrán aparcar ningún día
- Las personas residentes dispondrán de un distintivo para poder estacionar en las plazas establecidas
- Se implantará de forma progresiva, en un plazo de seis meses.
La zona Naranja ha explicado Grezzi, que ya existe, se transforma en zona de estacionamiento de uso mixto: rotación y residentes. «Queremos cambiar la manera en que se gestiona esta zona para utilizarla en zonas de barrios donde sea necesario habilitar más operaciones de carga y descarga que puedan ser interesantes para el comercio en determinadas franjas horarias, siempre en horario diurno, y que no se utilicen para residentes», ha explicado el concejal, quien ha añadido que todo ello se determinará mediante estudios y fórmulas de participación.
La zona Azul tendrá un funcionamiento similar al actual, con tarificación por distritos y un máximo de uso de dos horas, como es ahora. El edil ha subrayado que se prevé realizar «un control más adecuado de la rotación, lo que permitirá que haya mayor cantidad de usuarios y una gestión más adecuada, y las personas puedan ir directamente a las plazas disponibles», que en estos momentos suman 4.879 plazas. Los pagos se podrán hacer con monedas, tarjetas de crédito, NFC y tendrá una plataforma de código abierto con todos los proveedores.
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La licitación del contrato, que se aprobó con un presupuesto base de 34.024.891,80 euros (28.119.745,29 + IVA) saldrá con una baja ofertada 0,283 sobre el 0,75 de partida (es decir 0,75-0,283= 0,467), lo que significa que de los ingresos que se obtengan por el estacionamiento, el 46,7% será para la empresa adjudicataria, y el 53,3% para el Ayuntamiento, «lo que significa una notable mejora dado que hasta ahora el 62,7% era para la empresa», ha destacado Grezzi.
Una de las novedades más importantes y que cambia el modelo de gestión es que se realizarán labores de vigilancia del aparcamiento en las zonas azul, verde y naranja con cámaras lectoras de matrículas, instaladas a bordo de vehículos de vigilancia. Tal como ha explicado Giuseppe Grezzi, una de las principales funcionalidades de la plataforma de gestión centralizada es uno acceso real en tiempo real en toda la información: «podremos saber el estado de los parquímetros, control de incidencias, monitorización y control de las operaciones, actualización y modificación de los parámetros… y esto también nos permitirá gestionar de una manera mucho más ágil y flexible el aparcamiento y el estacionamiento regulado», ha explicado.
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En segundo lugar, se podrán integrar todas las aplicaciones de pago de diferentes proveedores y con todo tipo de sistemas de pago (desde las tradicionales monedas a tarjetas de crédito, aplicaciones móviles…) es decir que se dispondrá de una plataforma de código abierto que permitirá que más operadores puedan entrar y mejorar el servicio. Finalmente, mediante todos esos datos «se abre la posibilidad de realizar estudios e informes sobre el sistema y también sobre módulo de gestión de denuncias y el módulo de gestión económica».
Además, los nuevos parquímetros de última generación podrán hacer una tarificación avanzada que permitirá distinguir entre tipos de vehículos (será obligatorio poner la matrícula al aparcar en zona regulada), y en función también de otros elementos como índices de contaminación, de ocupación de la zona, de bonificaciones... En total se dispondrá de 5.000 sensores de ocupación, «lo que nos ayudarán todavía más a poder gestionar con más eficacia la ocupación de las plazas y todos los datos y hacer uso flexible según las necesidades», ha concluido el concejal de Movilidad Sostenible.
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